No podemos evitar los problemas, más importantes o menos, van a formar parte de nuestro día a día. Tener una buena capacidad para resolver problemas, va a ser la clave para afrontarlos y enfrentarnos a ellos de manera exitosa. Es muy importante enseñar a los niños y niñas a resolver sus propios problemas.
Resolución de sus propios problemas
La capacidad de resolver sus propios problemas es una de las habilidades sociales básicas y uno de los componentes más importantes de la inteligencia emocional. La resolución de problemas implica:
- La capacidad de analizar el problema, sus diferentes variables y componentes.
- La habilidad para separar o gestionar nuestras emociones en relación al problema. Cuando nos dejamos llevar por las emociones, puede que se conviertan en un obstáculo para resolver el problema.
- El desarrollo de estrategias para generar diferentes alternativas o posibles soluciones al problema. Así como la capacidad de analizar las diferentes alternativas para escoger la que mejor se adapte a nuestro problema.
- La capacidad de tomar una decisión entre las diferentes alternativas.
- La habilidad de analizar y evaluar la alternativa escogida y de cambiarla si no se resuelve el problema.
- Pero, sobre todo la capacidad de resolver problemas, implica reconocer que existe un problema, creer en nuestra capacidad para resolverlo y reconocer que podemos equivocarnos al hacerlo.
La habilidad de resolver sus propios problemas, es una habilidad compleja que conlleva el desarrollo de diferentes destrezas y habilidades. Sin embargo, la habilidad de resolver problemas es una habilidad que se puede desarrollar y que se puede mejorar.
Debemos enseñar a los niños y niñas a resolver problemas y permitirles que se enfrenten a sus pequeños problemas para que poco a poco adquieran destrezas en esta habilidad y se hagan más eficaces.
Consejos para enseñar a los niños y niñas a resolver sus propios problemas.
- En primer lugar pídeles que delimiten el problema, que definan bien el problema. Podemos ayudarles con estas preguntas: ¿Cuál es el problema? ¿Quiénes están implicados? ¿Cómo me afecta el problema? ¿Por qué tenemos este problema?
- A continuación ayúdales a separar el problema de sus emociones. Es muy importante que no se dejen llevar por sus emociones y que puedan separar y gestionar de manera adecuada, de este modo podrán buscar una solución más efectiva. Para ello pídeles que identifiquen su emoción (enfado, miedo, frustración, etc.), en relación al problema y que la expresen. Explícales que es normal sentir ciertas emociones en esa situación, pero que no podemos hacer nada para cambiar la situación, pero siempre podemos reaccionar ante la situación.
- Ayúdales a buscar diferentes alternativas o posibles soluciones al problema. Para ello puedes ensayar esta habilidad antes de que ocurra un problema real, con problemas simulados. Y si existe un problema habla con ellos y ayúdales a buscar soluciones, puedes decirles ¿Qué podemos hacer? ¿Qué opciones tenemos?
- Favorece la reflexión sobre las diferentes alternativas, pídeles que analicen los pros y los contras de cada opción para que puedan escoger la mejor para la situación.
- Una vez escogida la mejor, ayúdales a ponerla en práctica y una vez puesta en práctica valora los resultados: ¿Qué ha pasado? ¿Se ha solucionado el problema?
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