El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (o TDAH) es un trastorno que afecta a 1 de cada 20 jóvenes de todo el mundo.
A menudo creemos que el cerebro tiene, en líneas generales, las mismas zonas activadas en todos los seres humanos que realizan la misma función. Por ejemplo: al leer un libro se activan determinadas zonas cerebrales y corticales. Esto mismo sucede con cada actividad que realicemos. Pero esto no quiere decir que todas las zonas se activen de igual modo en todos los cerebros. La Universidad de Cardiff, ha llevado a cabo un estudio mediante el cual se ha podido comprobar que el cerebro de los niños con TDAH es diferente.
“El niño con TDAH tiene un cerebro distinto al cerebro de otros niños”
Lo primero que se ha podido determinar es que estos niños tienen fragmentos duplicados de su ADN o, por el contrario, carencia de estos. Esto, en síntesis, confirmaría que este se trata de un trastorno neurológico. Por tanto, sus cerebros se desarrollan de modo diferente. Este descubrimiento deja fuera la creencia popular, que hasta ahora llevaba la voz en alto, respecto de que los niños que tienen TDAH son consecuencia de una crianza deficiente de los padres.
¿Cuáles son las alteraciones cerebrales en el niño con TDAH?
- Corteza prefrontal. Los niños con TDAH presentan alteraciones en esta área del cerebro. Esta corteza se encarga de funciones ejecutivas como la planeación, la detección y corrección de errores. Además esta área debe evitar las distracciones que nos son relevantes y flexibilizar la conducta frente a los cambios de las situaciones.
- Cuerpo calloso. Otras de las zonas afectadas es el cuerpo calloso. Este se encuentra entre ambos hemisferios cerebrales (izquierdo y derecho) y se encarga de la comunicación entre estos.
- Ganglios basales. Tienen la función de coordinar y filtrar la información que proviene desde otras áreas del cerebro.
- Cíngulo anterior. Tiene como función encargarse de las funciones afectivas y emotivas.
La función de los neurotransmisores
Los neurotransmisores son mensajeros químicos cuya función es que las neuronas se comuniquen unas con otras mediante impulsos nerviosos. De este modo la información se transmite de una neurona a otra y, en consecuencia, desde una zona del cerebro a otra.
En el caso de los niños con TDAH esta neurotransmisión funciona de forma deficiente, especialmente en la comunicación entre la corteza pre-frontal y los ganglios basales. Esto se conoce como disminución del metabolismo sináptico de los neurotransmisores, lo que genera que los niños con TDAH tengan problemas de atención, afección en el estado de alerta, problemas en la memoria de trabajo y en el control ejecutivo.
Otras consecuencias de un carente metabolismo sináptico de los neurotransmisores
- Falta de capacidad para iniciar y/o continuar con actividades
- Dificultad para realizar actividades que incluyan la memoria de trabajo (también conocida como memoria a corto plazo)
- Falta de capacidad para detener los estímulos irrelevantes
- Falta de organización y/o de planificación de actividades complejas
- Aumento de la actividad física y de la impulsividad
© 2018 ¿Cómo es el cerebro de un niño con TDAH? por María Eugenia Daney para Escuela en la nube