La ataraxia se caracteriza por la ausencia de temores y preocupaciones y por tanto, la tranquilidad y serenidad en relación a la razón, el alma y los sentimientos.
Muchos niños se sienten aturdidos porque muchos de sus padres no les ayudan a sentirse seguros, a cómo identificar los miedos, a cómo afrontarlos y superarlos y a gestionar los enfados que vayan teniendo a medida que van siendo más mayores.
Qué es la ataraxia
La ataraxia es la incapacidad del ser humano de sentirse frustrado.Aunque a simple vista esto puede parecer positivo, se trata de un trastorno que sufren muchos provocado por un ictus o por un golpe en la cabeza. Aunque a simple vista pensemos que una persona que tiene rasgos de este tipo puede ser muy positiva, realmente le hace muy frio y no son conscientes de sus limitaciones ni de las consecuencias que pueden acarrear sus actos.
Un niño que puede presentar rasgos de ataraxia puede ser un niño que no muestra sus sentimientos e intenta lograr su felicidad por cualquier medio sin perturbarse.
Es decir, un niño que intente conseguir lo que quiere sin pensar en las consecuencias que ellos acarreen, al final los afectados por la ataraxia son perseguidos por sentimientos de culpa a causa de sus actos aunque piensen que nada les afecta.
Cómo identificar la ataraxia en niños
Las claves para identificar la ataraxia pueden ser unas muy sencillas y quizás puedas prevenir muchas de las consecuencias negativas. En este sentido tenemos que pensar en ataraxia como en el sentido de vista físico o médico o en el sentido filosófico. Cualquiera de ellas se recogen en estas claves que puedes localizar si quizás te sientes identificado: la imperturbabilidad, no reconoces los límites o no los aceptas, no tener en cuenta las consecuencias que siempre suelen ser negativas, no frustrarse y la apatía.
Para comenzar, la imperturbabilidad, se basa en el control de los sentimientos y emociones, como puede ser la ira. No reconocer tus límites, piensan que no hay normas ni limitaciones. En cuanto a no tener en cuenta las consecuencias, muchos adolescentes sienten culpa o responsabilidad por sus actos. Ausencia de frustración ocurre cuando no se frustran pero sí que son ansiosos y nerviosos en general. Por último la apatía y la pasividad, suelen evitar los sentimientos, no suelen tener empatía.
¿Sabías que como padres, si esperas buenos resultados de tus hijos es muy probable que tus hijos obtengan esos buenos resultados?Muchas de las veces los padres planteamos que nuestro hijo no puede ser bueno en matemáticas, que no tiene gran futuro en medicina, que es torpe en relación a sus compañeros y estas inseguridades se las transmitimos.
Sin embargo, podemos usar este efecto a nuestro favor. Si en vez de pensar que tu hijo no sirve o tiene baja capacidad para muchas cosas y evitas el tema de hablar de notas, piensas que es inteligente y se lo transmites delante de más personas.Así puedes potenciar su seguridad y que tenga mayor confianza en él mismo y acabe mejorando no sólo su rendimiento académico sino también su autoestima.
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