Hijos emocionalmente sanos

Hijos emocionalmente sanos

Criar hijos emocionalmente sanos no solamente es una forma de educar sino que además prepara al niño para ser independiente y autosuficiente desde el punto de vista emocional, herramienta que le servirá no sólo al enfrentar problemas o dificultades con otros niños sino que le brindará herramientas para toda la vida.


¿Cuál es la forma de criar hijos emocionalmente sanos?

Dado que existen tantas formas de crianza como padres sobre la faz de la Tierra, no es correcto indicar que existe una forma de criar hijos sanos y una forma de no hacerlo. Por el contrario la crianza saludable de un niño dependerá de varios factores: edad del niño, tipo de carácter del niño y de los padres, relación (cercana o distante) entre el niño y su familia, etc. En otras palabras la crianza de un niño emocionalmente sano dependerá del tipo de personalidad que tenga el niño mismo y su familia.

Buscando la felicidad

Todo padre desea que su hijo sea feliz. La crianza desde el punto de vista emocionalmente sano, ayuda a que el niño no se limite a creer en conceptos equivocados en busca de cariño para llenar un espacio vacío. Veamos este punto en profundidad: desde una óptica psíquica, los sujetos somos sujetos carentes y buscamos afecto. Cada uno de los seres humanos buscan, de forma incansable, sentirse amado y querido. Esto no tiene ningún aspecto negativo siempre y cuando ese deseo por sentirse amado y querido no se anteponga al amor propio.

El amor propio

El amor propio (no como un amor egocéntrico o narcisista) debe ser el tipo de amor que nuestros hijos valoren. Pero este tipo de amor no debe ir acompañado de un sentimiento de superioridad. Por el contrario criar a nuestros hijos haciendo hincapié en la necesidad de la humildad es una de las herramientas que nos ayudarán a comprender de forma acertada el concepto del amor propio.


La humildad, la gratitud y la empatía

Otra de las condiciones que promueve una psiquis y emociones saludables en niños y adultos es la posibilidad de mostrarles a los niños la necesidad y la gratitud que se logra al ayudar a otras personas.

Casi por naturaleza (excepto algunas pocas excepciones) los niños suelen ser egoístas. Ellos no comprenden la necesidad y la importancia de ayudar a los demás. Y aunque parezca que poca relación tiene con lo antes dicho, las buenas acciones ayudan notablemente a elevar el sentimiento de amor hacia otros y hacia nosotros mismos.

Por otra parte el sentimiento de empatía favorece a que el niño comprenda emocionalmente lo antes dicho.


La risa y la comunicación

Para todo niño es sumamente importante el tipo de relación que éste establezca tanto con su padre como con su madre.

La comunicación fluida, basada en la confianza, la escucha activa por parte del padre/madre, el sentimiento de apoyo y la contención son herramientas que todo padre dispone (y debe utilizar con sus hijos) para una crianza emocionalmente sana.

La importancia de dejar de lado las diferencias

Por otra parte, al margen del tipo de relación que los padres tengan entre ellos, es importante intentar “hacer a un costado” las diferencias (discusiones, peleas, etc) para pensar en la mejor forma de criar saludablemente a nuestros hijos.

Por último queremos señalar que por más que uno de los padres tengan una excelente relación con sus hijos, si el otro está ausente éste (el padre/madre presente) no debe ni puede suplantar emocionalmente hablando la crianza saludable de los niños.

 

Teniendo en cuenta estos aspectos podremos ayudar a que nuestros hijos se críen emocionalmente sanos y, como dijimos al inicio, esto creará un tipo de personalidad saludable e independiente que lo acompañará durante toda su vida.

© 2017 Hijos emocionalmente sanos. María Eugenia Daney. Escuela en la nube

 

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