A continuación analizamos cómo se clasifican los diferentes minerales que existen en el planeta Tierra
Cuando se habla de la clasificación de los minerales, la mayoría de las personas suelen tener ciertas dudas sobre la composición química y la estructura interna de estos, por lo que en muchas ocasiones no saben dónde clasificar exactamente a cada mineral.
La clasificación mineral es muy amplia, aunque hay algunas clases que destacan más que otras como la de los metales, los óxidos, los haluros o los sulfuros. Para establecer una clasificación clara de los minerales hay que fijarse muy bien en su composición química y su estructura interna, ya que son las que ayudan a determinar su esencia y propiedades físicas.
No hay que confundir nunca a los minerales con las rocas, puesto que únicamente pueden ser considerados como tales aquellas sustancias naturales que sean estables a temperatura ambiente, que estén representados por una fórmula química, que sean abiogénicos y que tengan una disposición atómica ordenada.
¿Cuáles son los minerales más destacados?
La rama que se encarga del estudio de los minerales se denomina mineralogía, y esta es la que se encarga de establecer un claro sistema de clasificación que ayude a investigarlos en mayor profundidad. En los últimos años, los sistemas de clasificación de minerales y sus definiciones están evolucionando de forma notable, como bien puede verse reflejado en la adición de una clase orgánica, tanto en el nuevo Dana y en los esquemas de la clasificación de Strunz.
En cualquier caso, todavía hay una serie de minerales que destacan por encima del resto debido a los usos que la sociedad hace de ellos. Este es el caso de los elementos nativos, que son los más comunes y que se dividen en tres grandes clases: los minerales metálicos, los minerales semimetálicos y los minerales no metálicos. Dentro de los minerales metálicos se distingue el grupo del oro (oro, plata, cobre y plomo), el grupo del platino (platino, paladio, iridio y osmio) y el grupo del hierro (hierro y ferroníquel).
Por su parte, en los minerales semimetales destacan el arsénico y el antimonio, mientras que en el grupo de los minerales no metálicos algunos de los más importantes son el carbón y el diamante. Además de los elementos nativos, cuando se habla de minerales destacados también es fundamental hacer referencia a los sulfuros (calcopirita y estibinita) que se caracterizan sobre todo por su brillo metálico, por su opacidad y por tener colores distintivos y rayas de colores.
Minerales importantes que forman parte de la clasificación
La clasificación de los minerales es realmente amplia, por lo que conviene analizarla con gran detenimiento para saber diferenciar de forma correcta a cada tipo de mineral. Antes hemos hablado de los sulfuros, y por ello es importante mencionar a los sulfosales (pirargitita y livingstonita), unos minerales secundarios que se presentan en filones hidrotermales asociados con los sulfuros más corrientes.
Por otro lado, también están los óxidos e hidróxidos, otros tipos de minerales que generalmente se presentan en forma accesoria en las rocas ígneas y metamórficas, y que tiene a su mejor representación en el rutilo y la pirolusita. Los haluros son otros minerales bastante destacados dentro de la clasificación general, ya que algunos de ellos son bastante mencionados en el ámbito científico como la halita, la silvinita, la carnalita o la fluorita. Por lo general los haluros tienen poca dureza, un peso específico bajo y un brillo vítreo.
Otros minerales notables son los carbonatos, nitratos y boratos que suelen poseer una dureza media o baja y que están bien representados en la calcita variedad diente de perro y en la colemanita. Por otra parte, no podemos dejar de mencionar a los sulfatos y los cromatos, cuya formación se lleva a cabo en condiciones de elevada concentración de oxígeno (con temperaturas relativamente bajas). La celestina, el yeso o la alunita son un buen ejemplo de este tipo de mineral.
Otros minerales destacados de la clasificación
Como ya se ha comentado anteriormente, la clasificación de los minerales es realmente amplia y cada vez es mayor gracias a los últimos avances que se van realizando en el mundo de la mineralogía. Cuando se habla de esta clasificación mineral no se puede obviar a los volframatos y molibdatos (volframita y scheelita) que incluyen en su familia a los fosfatos, arseniatos y vanadatos (litiofilita y trifilita).
Tampoco se puede dejar de lado a los importantísimos silicatos (muchos de estos minerales son preciosos como las gemas, y otros se explotan industrialmente), que cuentan con varios grupos en su clasificación propia como los nesosilicatos (granate y estaurolita), los sorosilicatos (epidota y hemimorfita), los ciclosilicatos (turmalina y berilo), los inosilicatos (wollastonita y hornblenda), los filosilicatos (biotita y flogopita) y los tecnosilicatos (danburita y cuarzo ahumado).