La mayor parte de los padres interpretamos las notas desde una perspectiva de futuro olvidándonos del pasado y presente. Fomentar la capacidad de esfuerzo y las estrategias de aprendizaje de los hijos es tarea de los padres y de los profesores. La educación es tarea ardua, compleja y llena de baches. Y los resultados se recogen a medio y largo plazo, no antes.
Jerónimo García Ugarte (Tutor de la UP on-line)
Durante la última semana, muchos centros escolares de nuestro país hemos entregado a nuestros alumnos de Secundaria y Bachillerato, las notas de la tercera evaluación y en el mismo momento en el que me siento a escribir esta pequeña reflexión por la puerta aparece mi hija con las suyas en la mano. Así que, empezando por tratar de interpretar su cara… nada mejor que la propia práctica para intentar responder a las tres siguientes preguntas:
1. ¿Cómo interpretamos los padres las notas?
Aún con el riesgo que siempre supone generalizar, mi opinión es que la mayor parte de los padres interpretamos las notas desde una perspectiva de futuro: ¿aprobará todas en Junio? ¿tendrá la media necesaria para acceder a la carrera que quiere?…..Olvidándonos del pasado y presente del ¿cómo habrá llegado mi hijo a estas calificaciones?
En una primera lectura y en muchos casos única, la interpretación se ajusta fielmente a lo que los boletines muestran: una interpretación numérica. Números a los que les asignamos una cantidad de conocimientos adquiridos y de modo “automático” una cantidad proporcional de estudio: 10 sabe mucho – ha estudiado mucho, 1 no sabe nada – no ha estudiado nada.
La segunda lectura, más propia de aquellos cuyos hijos no han tenido unos resultados muy satisfactorios, se convierte, normalmente, en una búsqueda de explicaciones en los comentarios sobre el comportamiento: “aquí dice que hablas en clase y por eso te han suspendido….” o de auto justificaciones dirigidas a dejar muy claro el reparto de responsabilidades: “ya te dijimos que no estabas estudiando nada…..”
La suma de ambas lecturas no puede dar otro resultado que: Insuficiente
2. ¿De qué nos olvidamos al interpretar las notas?
Además de los conocimientos adquiridos y de los comportamientos que las notas reflejan, detrás de cada número también hay una serie de competencias emocionales que casi siempre olvidamos y de las que me gustaría destacar dos:
Autonomía. En las notas, los padres tenemos que ser capaces de interpretar si nuestros hijos aprenden a aprender, a tomar la iniciativa de su proceso de aprendizaje. Ver si, a medida que van creciendo, asumen sus responsabilidades y dejamos de ser un recurso, siempre a mano, para solucionarles “sustituyéndoles” (NO ayudándoles a resolver por sí mismos) las distintas dificultades académicas que se les van planteando. En definitiva: ver si son capaces de empezar a volar solos.
Esfuerzo. Los números también nos hablan de esfuerzo. El esfuerzo de dar cada día un paso adelante en sus conocimientos y actitudes. Sin olvidarnos de que notas y esfuerzo no siempre guardan una relación directa. Que no todos los que han realizado un esfuerzo importante lo ven reflejado en sus calificaciones y que en estos casos será necesario ayudarles a modificar sus estrategias de aprendizaje. Del mismo modo que hay otros que, apoyándose en una, en ocasiones, mal entendida facilidad para aprender o en un sistema de calificación basado en un único examen al final de la evaluación, se olvidan de la importancia del esfuerzo continuo y no puntual.
3. ¿Cómo mejorar la interpretación de las notas?
Haciendo una interpretación conjunta: profesores – padres – alumnos.
Para muchos padres, lamentablemente, las notas se han convertido en el único modo de comunicación con el centro escolar. Y de este modo es muy difícil saber qué es lo que realmente queremos decir los profesores y sobre todo: ¿qué estrategias conjuntas podemos poner en marcha para reforzar las fortalezas de los alumnos/hijos que van bien y ayudar a los que no van tan bien a superar sus debilidades?
Una interpretación que sustituya al diálogo en formato de premios y castigos que habitualmente sigue al momento de la lectura de las notas y en la que empecemos por tratar de comprender lo que quieren decirnos sobre el por qué de sus calificaciones, para que luego sea más fácil que comprendan lo que nosotros queremos decirles.
Un análisis conjunto dirigido a potenciar los aspectos positivos y cimentado desde la firme y optimista creencia de que siempre existe una posibilidad de cambio, de mejora.
Fuente: http://revista.universidaddepadres.es