El autismo de Kanner o autismo infantil es un tipo de trastorno del desarrollo neuronal que afecta a los infantes de diversas maneras. Para trabajar este trastorno existen diversas terapias para niños con autismo que dependerán del terapeuta o de qué consideren mejor los padres, además de evaluar la condición del paciente.
Los niños que padecen de autismo son afectados en diversas capacidades o competencias de carácter psicológico. Esto hace que los pequeños tengan más dificultades durante su crecimiento porque están condicionados por este trastorno. Algunas de las habilidades del niño que pueden verse afectadas por el autismo son: la capacidad de llevar a cabo interacción social fluida, la capacidad de concentración, la capacidad de comunicación (oral, emocional, escrita, pictórica, etc.).
Cada caso de autismo varía dependiendo del niño, el trastorno puede manifestarse en distintos grados haciendo que las capacidades del niño se vean afectas en distintas medida.
¿Qué se busca lograr en una terapia para niños con autismo?
La terapia psicológica, sin importar qué padezca el paciente, siempre tendrá como objetivo generar un cambio en quien la recibe. El terapeuta es un profesional que realiza un diagnóstico, varias actividades y una evaluación sobre el paciente, en este caso, el pequeño. El diagnóstico, actividad y evaluación de los resultados pueden realizarse por etapas o al mismo tiempo, eso dependerá de la terapia que se lleve a cabo y del terapeuta en sí mismo.
El cambio que se busca crear las terapias para niños con autismo es positivo: mejorar la capacidad de comunicación, de expresión, de concentración, etc. Sin embargo, es posible que los pacientes reaccionen de manera negativa ante ciertas terapias. Recordemos que son niños y que si la terapia simplemente no le gusta, hará lo posible por no estar ahí. Entonces el terapeuta debe especializarse en niños, preferiblemente en los que tengan una discapacidad específica; para este caso: el autismo.
¿Cómo identificar la terapia adecuada para los niños con autismo?
Esto depende mucho del paciente. Es muy difícil determinar si una terapia funcionará con un niño o no lo hará, la única manera sería probando dicha terapia. Hay diversos tipos de terapias que implican animales, actividades físicas como la natación, campos artísticos como la pintura o la música y muchas otras variantes. Algunas terapias han dado mejores resultados que otras a lo largo de los años, algunas son muy nuevas y bastante experimentales, eso hay que tenerlo en cuenta.
Muchas veces no podemos saber si la terapia no funcionará en un paciente, pero en otras ocasiones podemos descartar terapias sin la necesidad de probar absolutamente nada. Aquí entran en juego los padres del niño y otros profesionales de la salud. Si el niño sufre de alergia al pelo de perro o de gato, una terapia con animales domésticos no funcionará. Si el niño siente miedo al agua, al mar o las piscinas, las terapias de natación no funcionarán tampoco. Si el niño sufre de alguna discapacidad motora, ciertas terapias de actividad física sobrepasarán sus capacidades.
Las cosas que se deben tomar en cuenta antes de escoger terapias para niños con autismo en líneas generales son: El padecimiento de fobias, alergias, enfermedades u otras discapacidades motoras que impidan su progreso.
La musicoterapia en niños con autismo
La musicoterapia parece ser una excelente alternativa para tratar niños con autismo. Esto es gracias a que no requiere el contacto con animales que puedan causar alergias o miedo en el niño. Tampoco requiere de actividad física que pudiera interferir con enfermedades cardiovasculares o la movilidad limitada. Normalmente esta terapia se emplea para tratar niños con diversas discapacidades tanto motrices como psicológicas. El TDAH, la esquizofrenia y la demencia son algunas de ellas, además del autismo.
Otra ventaja que trae este tipo de terapia es el hecho de que la expresión es totalmente artística y abstracta, así que las capacidades de comunicación pueden estar gravemente afectadas y aun así conseguir un excelente resultado.
La música es algo con lo que todos nos sentimos bien y con lo que todos podemos relacionarnos sin mayor dificultad, esto hace que la terapia se haga sumamente efectiva. Además de que las prácticas llevadas a cabo en este tipo de terapias suelen ser muy llamativas, lo que podría ser excelente para los niños que se desconcentren o aburran fácilmente. Siempre que el terapeuta haga bien su trabajo, debería lograr cambios sin mayores problemas.
Todo esto no quiere decir que esta es la terapia ideal para todos los niños, es posible que algunos pacientes requieran de alguna otra terapia distinta. Es posible que el pequeño se sienta mucho mejor realizando una terapia con animales que con instrumentos musicales. Todo dependerá del paciente y cómo evolucione con la terapia. Sin embargo, la musicoterapia es una de las terapias para niños con autismo que no se debería descartar hasta haberla probado.
¿Cómo beneficia la musicoterapia a los niños con autismo?
La musicoterapia es excelente porque suele lograr un cambio en las capacidades del paciente en muchos aspectos, incluso aspectos que serían normales en otros casos. Por ejemplo, la creatividad. Un niño autista puede sufrir de problemas en la expresión verbal pero ser bastante creativo, con la musicoterapia no sólo mejoraría su capacidad expresiva, sino que también lograría una mejora también en su capacidad creativa.
- Mejora en la comunicación no verbal: considerando que la música es un medio no verbal, el paciente puede desarrollar este tipo de expresión comunicativa. Además, la música suele influir fuertemente en el aspecto emocional tanto de los niños como los adultos, así que la expresión emocional también se ve mejorada.
- Mejora en la comunicación verbal: conforme la terapia avance es posible que el paciente desarrolle una mejoría en su capacidad verbal considerando que puede expresarse mejor por otras vías no verbales. Podría concentrarse más en la expresión oral porque ha mejorado mucho en la expresión artística y emocional.
- Mejora la creatividad: crear música es lo principal en este tipo de terapia. Además de que el paciente se someterá a procesos de improvisación y composición que lo harán más diestro en este aspecto.
- Mejora la memoria y el aprendizaje: esto es gracias a la exposición constante que hay a la necesidad de reproducir sonidos de otras fuentes, normalmente canciones de otros autores. El niño debe ejecutar piezas musicales.
- Mejora la capacidad de concentración: gracias a que la música puede tornarse algo sumamente apasionante para los pacientes, esto se centran con mayor facilidad. Además de que el hecho de crear o reproducir música por sí mismos los incentiva a seguir adelante. Suele ser algo relajante para ellos, lo que hace que los niveles de ansiedad y depresión disminuyan considerablemente.
- Mejora en la autoestima: siendo niños que son capaces de crear y reproducir música que sienten que han progresado y que son capaces de hacer cosas que antes no, les ayuda muchísimo en la estima propia.
- Mejora en las habilidades sociales: ligado a todo lo anterior, sobre todo la mejora en la expresión verbal y no verbal, es común que la musicoterapia se lleve a cabo en grupos, así que los pequeños están constantemente interactuando entre ellos.
¿Qué hace un musicoterapeuta con sus pacientes?
Antes de pensar en esto debemos saber que los musicoterapeutas difieren mucho de los educadores de música. Para el terapeuta la música es sólo un medio para la evolución de su paciente en sus capacidades. En cambio, para el profesor o instructor de música, enseñar a ejecutar un instrumento es lo esencial, lo primordial y lo único que hará relacionado a su profesión. Seguramente habrá muchos instructores de música que se sentirán muy bien al saber que sus alumnos han cambiado su vida gracias a la música, pero esa información no lo ayudará en nada más que seguir su carrera.
Para el musicoterapeuta el progreso, la evolución y la mejoría del paciente no es sólo un cumplido es el siguiente paso de la terapia. Nuevamente, la música es el medio, el objetivo es crear un cambio para mejor en el paciente. Para lograr esos cambios existen diversas actividades que puede realizar el terapeuta con el niño. Estas son algunas de las actividades más comunes en estas terapias para niños con autismo:
- Canto: para esta actividad los niños cantan alguna canción propuesta por el terapeuta. Suele ser una actividad divertida para los niños y los ayuda a ejercitar la memoria, su atención y la expresión oral.
- Uso de instrumentos: usar instrumentos musicales de percusión es lo más básico, pero los niños pueden aprender a tocar ciertos instrumentos como el pian o el teclado conforme la terapia avanza. Mientras sus habilidades mejoran, la actividad se hace más relajante.
- Interpretación: en este caso, similar al canto, los pequeños interpretan alguna composición musical de otro autor en el instrumento asignado por el terapeuta. Esto les ayuda a concentrarse y a mejorar su expresividad no verbal.
- Improvisación: el terapeuta proporciona un instrumento y deja que el niño se encargue de crear sonidos sin algo preestablecido. La improvisación es un ejercicio excelente para la expresión no verbal. La improvisación también puede ser con el canto lo que beneficia la expresión verbal.
- Composición: El niño crea una pieza musical con ayuda del terapeuta y luego la interpreta. La mejoría en la concentración y la capacidad de expresión verbal y no verbal es muy grande con esto.
- Escucha: escuchar música ayuda a los pequeños a mejorar su capacidad de relación. Son capaces de relacionarse con una pieza musical de varias maneras y luego interpretarla. Suele disminuir niveles de estrés y depresión.
© 2020 ▷ Escuela en la Nube ➡➤ [ Terapias para niños con autismo ] Escuela de padres @escuelaenlanube
Más artículos que te pueden interesar:
- El valor de la justicia.
- Numeros pares.
- Ejercicios para aprender las horas.
- Cuerda geometria.
- Palabras que riman para niños.
- Mandala.