Fomentar el proceso de aprendizaje en lectoescritura es fundamental para el desarrollo de habilidades básicas en los niños. Éstas son usadas como herramientas que ayudan a desarrollar el lenguaje y potenciar la capacidad para leer, escribir y comunicarse.
De esta manera, implementar técnicas que estimulen el proceso de enseñanza a una temprana edad, es la clave para aprender a plasmar todas las ideas, saberes y transmitir conocimientos de forma adecuada. Lo importante, es considerar la comprensión de símbolos, sus combinaciones y uso adecuado, aparte de establecer hábitos constantes que promuevan el sistema de enseñanza.
La decodificación como habilidad para el proceso de la lectura
Interpretar los símbolos y sonidos que los niños usan para comunicarse, es una práctica necesaria en los primeros años de vida. A medida que crecen, comienzan a pronunciar palabras que escuchan pero que nunca han visto escritas, esta capacidad es la base para formar habilidades para la comprension lectora primaria que luego expresan con el lenguaje oral y escrito.
Por lo cual, decodificar los sonidos de forma individual, permite conectarlos con las letras y crear una relación mental con sílabas y palabras en una asociación que genere conciencia fonética. Esta característica permite que los niños puedan segmentar y mezclar todos los sonidos para pronunciar las palabras, y con ello, lograr formar las oraciones completas.
Una forma de moldear esta habilidad, es por medio de prácticas específicas, como juegos y lecturas animadas. Algunos consejos para potenciar la decodificación en el proceso de la lectura son:
- Utilizar el interés y la curiosidad propia de cada niño para crear relación de imágenes y sonidos que luego puedan expresar en palabras.
- Realizar actividades que motiven el aprendizaje y formen analogías para identificar el significado de las letras.
- Evitar la reiteración que tiende a disminuir el proceso de enseñanza. Para esto, es necesario hacer como parte del aprendizaje, las experiencias diarias que viven los niños.
- Darle valor a las palabras y sonidos, con los que puedan relacionar en lecturas, cuentos y el desarrollo de ejemplos.
La fluidez para aumentar la velocidad de entender
Una lectura fluida se logra al poder reconocer de forma instantánea todas las palabras. Para esto, es necesario que se practique diariamente el hábito de leer, en el que los niños puedan llegar a pronunciar palabras nuevas de forma espontánea.
Si bien, decodificar y aprender a deletrear es una práctica que requiere de constancia, ésta ayudará a la comprensión lectora y aumentará la velocidad en la que un niño pueda leer y comprender los textos. Es fundamental que al recibir la información leída, todo niño tenga la capacidad de hacer imágenes mentales que representen el mensaje para lograr comprender la lectura.
Por esta razón, es esencial aprender a leer sin tropiezos a una velocidad adecuada y un tono de voz coherente con el texto cuando se lee en voz alta. Algunas actividades que pueden realizarse para promover la comprensión lectora:
- Iniciar con mostrar al niño una frase en desorden, para que al ordenarla, encuentre el significado de una oración.
- Proporcionar al niño un texto corto y algunas imágenes con información básica de una historia, para hacer una relación entre ellos.
- Suministrar una lectura distinta cada día para que reconozca diversos tipos de textos.
- Realizar un resumen de lo leído y lograr que cada niño exprese su texto de forma natural y puedan decir qué ocurrió en su historia.
Un vocabulario sólido para el desarrollo de la lectoescritura
Entender lo que se está leyendo es un proceso que se logra al conocer las palabras que se encuentran en el texto, y por esto, es importante contar con un vocabulario sólido para la comprensión lectora, reconocer datos de diferentes clases, estructuras, relaciones y conceptos lingüísticos que puedan interactuar con el niño.
La forma más común de aprender vocabulario, es por medio de la experiencia diaria y una constante lectura, que no sólo puede ser de textos sino también de avisos, escritos libres y todo aquello que genere una relación en su entorno.
Mientras los niños más se expongan a distintas palabras, mejor logran ampliar su vocabulario y desarrollar técnicas de relación entre los significados de cada una, por lo que es necesario tener conversaciones frecuentes con ellos, e incluir temas que les proporcionen distintas palabras y nuevas ideas.