La tartamudez infantil es más común de lo que parece, sobre todo cuando los niños comienzan a hablar. Por lo general, este problema suele desaparecer de forma regular a partir de los 5 años, aunque también existen casos en los que el problema continúa o incluso llega a empeorar.
Detectar los síntomas de la disfemia o tartamudez en niños desde temprana edad nos puede ayudar a tratarla y evitar que el problema se acentúe. A continuación, os hablaremos sobre la tartamudez infantil, cómo podemos detectarla, cuáles son los síntomas más comunes y cómo tratarla para evitar que se prolongue en el tiempo.
¿Qué es la tartamudez infantil?
Hay dos tipos de tartamudez reconocibles:
– La tartamudez crónica, la cual se caracteriza por la prolongación de los fonemas o sonidos de las letras o sílabas.
– La tartamudez tónica, la cual se caracteriza principalmente por la dificultad de emitir una palabra completa, interrumpiendo la emisión de esta. En algunos casos viene acompañada con un pequeño espasmo muscular.
La disfemia en niños, más común de lo que parece
En el caso de los niños, la disfemia suele ser algo común, mucho más de lo que pueda parecer; sobre todo en edades de 2 a 5 años que es cuando apenas están comenzando a hablar.
Pese a ser algo común en niños, la tartamudez en niños es algo que desaparece con los años, siendo el punto crucial los 5 años. A partir de esa edad debemos estar pendientes a la evolución del habla de nuestros niños para adelantarnos a los posibles problemas.
¿Cómo detectar la tartamudez en niños?
Es sencillo detectar la tartamudez en niños, aunque en ocasiones la solemos confundir con un balbuceo. A continuación, os dejamos unos síntomas para saber cuándo se trata de tartamudez.
- El niño suele repetir sílabas o inclusive palabras enteras.
- Se suele prolongar el fonema o sonido de las vocales.
- Dificultad para mantener una conversación fluida.
- Bloqueos al momento de comenzar una palabra o interrupciones espontáneas entre una palabra y la otra.
- Pequeños espasmos o esfuerzo físico al momento de hablar.
Si alguno de los síntomas anteriores son reconocibles en los niños y no hay ningún factor externo, problema fisiológico o motriz que le de explicación, lo más probable es que se trate de tartamudez o disfemia.
Si veis que el niño no presenta ninguna de estas características, hay una alta probabilidad de que sea simple dificultad propia del aprendizaje. En este caso, no debéis preocuparos, ya que es algo pasajero que solo requerirá más práctica en conversaciones.
También se pueden dar casos en que esta “dificultad para hablar” se convierta en tartamudez, pero esto no es muy común y casi nunca suele suceder.
Debéis tener en cuenta que, en el caso de la tartamudez infantil, la gran mayoría de los pequeños que la presentan suelen superarla y evolucionan a un habla fluido sin necesidad de ningún tratamiento.
En caso de que veáis que el problema no se soluciona después de los 6 meses de haber comenzado, ya es una señal de que algo puede no irbien. Si al cabo de un año, la tartamudez del pequeño se mantiene o empeora, deberéis llevarlo con un especialista en trastornos del lenguaje para que lo ayude con terapia.
¿Cómo tratar la tartamudez en niños?
Hay métodos preventivos para evitar que la tartamudez infantil avance y se vuelva un problema serio. Estos métodos deberéis aplicarlos apenas os deis cuenta del problema. Incluso, se recomienda que algunos de ellos los hagáis de manera preventiva.
- Habla pausadamente y articula bien al conversar con el pequeño. Esto le ayudará al niño a hablar calmadamente, evitando así que se confunda mientras conversa.
- Evita que se dé cuenta que está tartamudeando. Es importante que el pequeño no sea consciente de que tartamudee, ya que al intentar evitarlo hay una posibilidad de que el problema empeore.
- En caso de que el pequeño tome consciencia de su tartamudez, evita tratar de corregirloy aliéntalo a pensar que todo está bien, que será algo pasajero y que no le traerá problemas. Debéis evitar que el problema afecte negativamente a su estado de ánimo.
- La paciencia es importante en estos casos, así como también dejar que el pequeño se exprese por si solo. Evita terminar la conversación del pequeño por él, necesitas dejar que el mismo termine sus ideas.
Todos los puntos anteriores se deben mantener de forma constante en toda interacción que se tenga con el niño. En caso de que converse con una persona externa a la familia, se deberá procurar que esta también ayude en el proceso. Recordad que si el problema no desaparece, deberéis acudir a un especialista lo más pronto posible. Podéis encontrar más información en https://www.fundacionttm.org/ Fundación española para la tartamudez
Finalmente os dejamos diversas actividades para trabajar la disfemia en el aula

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