Síndrome del emperador
El síndrome del emperador es un término utilizado para describir un comportamiento poco común en los niños en el que se comportan de manera tiránica y autoritaria, exigiendo que se les obedezca y se les sirva. A menudo, estos niños tienen dificultades para manejar las emociones y tienen una necesidad desmedida de control y poder.
El síndrome del emperador puede tener graves consecuencias en el desarrollo social y emocional de los niños, así como en las relaciones familiares.
En este artículo, exploraremos los síntomas del síndrome del emperador, las causas subyacentes y las estrategias para abordarlo. También discutiremos la importancia de trabajar con profesionales para ayudar a los niños a desarrollar habilidades emocionales y sociales saludables.
Características de niños tiranos o con síndrome de emperador
Existen algunas características comunes en niños con síndrome de emperador y que debes conocer:
- Elevada insensibilidad emocional. El elemento esencial del síndrome del emperador es, la ausencia de conciencia: “No hay sentimiento de vinculación moral o emocional, ni con sus padres ni con otras personas o instituciones”. Son niños que genéticamente tienen mayor dificultad para percibir las emociones morales.
- Poca respuesta al castigo (son los que menos responden a las pautas educativas).
- Focalización elevada en metas egocéntricas.
- Baja empatía y dificultad para desarrollar sentimientos de culpa.
- Ausencia de apego a los padres y adultos.
- Umbral alto para la sensibilidad moral.
¿Qué produce este síndrome?
Existen familias en las que el origen de este trastorno no está en los padres, asegura el Dr.Vicente Garrido, psicólogo criminalista y profesor titular de la Universidad de Valencia: “Muchos de estos padres no son permisivos, ni tampoco negligentes, y no provienen de un contexto marginal. Son de clase media y se han ocupado de sus hijos”. Nos gusta pensar que la educación es omnipresente y que los padres son capaces de moldear a su hijo a su antojo. Como vemos, la explicación que nos parece más lógica va en contra de la evidencia científica y del sentido común.
Según Garrido, son niños que genéticamente tienen mayor dificultad para percibir las emociones morales. La genética interacciona con el ambiente, pero en algunos casos su peso se hace sentir más, afirma. Existen determinados elementos del ambiente que pueden influir en agravar este problema:
- Ausencia de intervención en edades tempranas.
- Padres poco preparados.
- Ausencia de ayuda pública.
- La existencia de una sociedad “tóxica” en la que se premia la violencia y la gratificación inmediata.
¿Qué podemos hacer para prevenir el síndrome del emperador?
- Debemos estar atentos a los síntomas precoces, establecer límites muy claros y no dejar nunca de ejercer la autoridad.
- Dedicar más tiempo a su desarrollo moral y emocional.
- Fomentar la empatía y la capacidad de realizar actos prosociales.
- Hablar con ellos sobre las consecuencias de sus acciones en los demás.
8 consejos para saber cómo tratar a los niños con síndrome del emperador
- Aprender a decir no. En muchas ocasiones los padres le tienen miedo a sus hijos y ceden ante todas las peticiones por miedo a que hagan una pataleta en frente de muchas personas, esto no es correcto si se quiere cambiar el comportamiento de los niños, es necesario permanecer firmes.
- Demostrar el amor hacia los hijos. Sin importar que se tenga que corregir los niños, es necesario demostrarles el amor que se siente por los mismos, para que así ellos dejen de lado las barreras y se comporten de forma apropiada.
- Para saber cómo tratar a los niños tiranos con los padres es necesario compartir tiempo con ellos, permitir que los niños hablen de lo que sienten, de lo que les gusta y les preocupa. Por medio de estos espacios se van a crear lazos de amor y confianza para que la relación padres e hijos sea lo mejor posible.
- Asignar responsabilidades, sin importar que a estos niños no les guste. Las actividades deben ser asignadas tanto a los niños aplicados como a los que se comportar de forma inapropiada, para que así entiendan que deben cumplir con algunas actividades, si desean tener privilegios o si no quieren ser castigados.
- En caso de que el comportamiento de los niños tiranos con los padres sea exagerado, es necesario visitar un especialista, como es el caso de los psicólogos. Esta ayuda no solo es para los niños, sino también para que los padres no se sientan culpables.
- Los castigos nunca deben dañar a los niños física o sicológicamente. Si los padres gritan o le pegan a los niños estos se comportaran aun peor, esto quiere decir que lo más adecuado es castigarlos, quitándoles cosas que les gusta o actividades que realizan con regularidad.
- Se deben establecer normas claras y apropiadas. Para que los niños tengan límites es importante establecer reglas y socializarlas en familia, para que todos tengan conocimiento de las mismas y sepan cuando merecen un castigo.
- Para saber cómo controlar a los niños tiranos con los padres es apropiado dar premios cuando se comporten adecuadamente. Los premios no tienen por qué ser costosos, solo deben mostrar el agrado que se tiene por el nuevo comportamiento.