Reconocer las emociones es una tarea importante para nuestros hijos, es la base para desarrollar su inteligencia emocional, en este artículo encontrarás una técnica eficaz para enseñar a los niños a reconocer y manejar sus emociones: La silla de los abrazos.
Las emociones en los niños
Desde que los niños son pequeños, empiezan a percibir diferentes emociones en ellos. Algunas de estas son gratas, mientras que otras resultan no ser tan lindas. De esta manera, los niños se vinculan con otros pares y con adultos (docentes y familiares) expresando diferentes emociones.
No obstante, el reconocimiento de las emociones no es una tarea sencilla o natural. Por el contrario, esto requiere de una tarea de enseñanza por parte de un adulto responsable para que los niños empiecen a distinguir entre todas las emociones que sientan los niños. Si esto no se realiza, los niños no pueden reconocer internamente cuál emoción están sintiendo, tampoco podrán expresarlo en palabras posteriormente, lo que genera posiblemente una intolerancia a la frustración y falta de conocimiento personal.
Desde las neurociencias, el sistema que se ocupa de las emociones y su comprensión es la corteza frontal junto con el sistema límbico. Dicha corteza termina de madurar en la adolescencia y esta es la razón por la que muchos adolescentes pueden ser impulsivos pero no reconocen los peligros (debido a que aún no han completado la maduración de esta parte del cerebro, produciendo conductas abruptas o sin medir las consecuencias).
Por otra parte, el sistema límbico es el encargado de encausar las emociones que los niños (y adultos también) sienten. Por tanto, el sistema límbico produce emociones pero la corteza frontal (aun inmadura en la infancia) no logra reconocer muchas de estas en la infancia. Sin embargo, el aprendizaje progresivo desde los 3 años en adelante permite a los niños comenzar a asociar con palabras (el lenguaje facilita el reconocimiento de todos los sentimientos) aquello que les sucede.
A continuación te detallamos la técnica de la silla de los abrazos para aprender a reconocer las emociones.
La silla de los abrazos
La silla de los abrazos es una técnica muy efectiva especialmente en niños pequeños. Con frecuencia, los niños no comprenden aquello que el adulto les está diciendo con palabras, por ejemplo cuando ellos están en pleno proceso de una rabieta.
La silla de los abrazos te permitirá intervenir en aquellos niños que, por diferentes razones, se encuentran desbordados o atravesando enojos, rabietas, tristezas, etc.
Sin embargo, es importante que conozcas a cada niño antes de usar con ellos la silla de los abrazos, dado que muchos niños que atraviesan por una crisis, no desean que les abracen en el momento de llanto, siendo (en estos casos) contraproducente la utilización de la silla de los abrazos. Esto suele suceden con algunos niños con TEA (autismo) con hipersensibilidad a los abrazos o al contacto cercano con otro.
¿Qué es la silla de los abrazos?
Esta es una silla que tiene como característica principal la contención. Sin embargo, en la silla no se pregunta, ni tampoco se juzga a los niños que allí se sienten. El niño que allí se sienta deberá sentir el amor, la contención, la escucha, la observación sensible del adulto responsable a cargo.
¿Cómo crear la silla de los abrazos?
La creación de la silla de los abrazos es muy simple, ya que solo precisarás de una silla. También puedes utilizar un rincón donde se encuentre dicha silla, siempre que el espacio sea tranquilo y agradable para el niño.
Escoge una silla o sillón que sea cómodo y permite que el niño se siente durante el tiempo que lo necesite.
Si bien la silla suele emplearse en momento de crisis o de angustia de los pequeños, a menudo puedes dejar la silla en un lugar visible o bien al cual los niños logren acercarse tantas veces lo necesites.
Por último, habla con el niño escogiendo el momento adecuado y permite que se exprese de la forma que él lo desee. Recuerda que en la silla no se le debe juzgar por lo que haya hecho.
Sugerencias
Dentro del espacio donde coloques la silla de los abrazos, puedes añadir algunas formas de expresión. Por ejemplo; música tranquila, hojas y lápices de colores para que los niños creen algo antes o después de sentarse en la silla, etc.
Procura siempre trabajar de manera conjunta con otros profesionales como psicólogos infantiles, pedagogos, trabajadores sociales, directivos de la escuela, etc. Esto no quiere decir que deban hallarse todos alrededor del niño mientras él se encuentra en este espacio, pero sí deberás realizar alguna reunión con los profesionales de la escuela arriba mencionados para ayudar desde diferentes enfoques y con varios conocimientos en favor del niño y aquello que le preocupa, especialmente si el pequeño concurre con frecuencia a la silla del abrazos.
La técnica de la silla de los abrazos para aprender a reconocer las emociones en niños #educacion Clic para tuitear
EXCELENTE TECNICA PARA INTERACTUAR MAS CON EL NIÑO Y LAS POSIBLES DIFICULTADES PAOR LAS CUALES ESTE PASANDO Y QUE MUCHAS VECES LAS DEJAMOS PASAR POR ALTO,CUANDO DE VERDAD SE PUEDE HACER MUCHO DESDE NUESTRO ROL COMO DOCENTE.