Las escuelas tienen diferentes maneras de mensurar la productividad en sus distintas áreas, utilizando todo tipo de herramientas que permiten conocer a fondo cómo fue el trabajo realizado. Una de estas herramientas son las evaluaciones de desempeño. Las evaluaciones de desempeño sirven originalmente para evaluar el grado de cumplimiento de los trabajadores con las expectativas y objetivos que tenía la escuela.
Por eso, se puede decir que la evaluación de desempeño es un proceso sistemático que permite medir los resultados obtenidos por un trabajador y su contribución a la organización. Esta evaluación se realiza con el objetivo de identificar los logros y áreas de mejora de los docentes, así como ofrecer lineamientos para el desarrollo individual de cada miembro de la escuela. Esta herramienta es esencial ya que permite mejorar el desempeño laboral y lograr mayores niveles de productividad.
La evaluación de desempeño se puede realizar de muchas maneras, pero todos los métodos involucran la observación de los comportamientos de los docentes, la recopilación de información de sus logros, y también la identificación de sus áreas de mejora. Las evaluaciones de desempeño no deben verse como algo malo por parte de los docentes, sino como una oportunidad para la toma de decisiones acerca de la formación, las promociones, idear incentivos, entre otros. Asimismo, permite a la organización conocer de forma precisa la contribución de sus trabajadores al logro de sus objetivos.
Si bien estos son los lineamientos generales, en la actualidad se añaden otros parámetros que permiten hilar más fino en la evaluación, como las habilidades individuales, las relaciones con los compañeros o las competencias relacionadas con el puesto. Muchas veces nos surge la pregunta de cómo evaluar el desempeño de un empleado de la manera correcta y cumpliendo los objetivos que se tienen a partir de esa evaluación. Para hacerlo, existen varios puntos que pueden orientar de manera efectiva esta tarea tan importante.
El diagnóstico
Antes de hablar de los diferentes métodos para evaluar el desempeño en una escuela, es importante tener muy claro por qué es beneficioso y cuáles son los errores más comunes en las evaluaciones. ¿Cuáles son las ventajas de evaluar el desempeño de los docentes?
- Mejoran las políticas de ascenso: con la evaluación se pueden tomar decisiones sobre posibilidades profesionales sobre las que uno o varios docentes pueden optar.
- Mitiga agentes externos: Por ejemplo, la llegada de un nuevo miembro a la familia es un factor desestabilizador, pero una escuela puede ofrecer cheque-guardería para docentes que fueron madres y padres.
Los errores más comunes
Ahora bien, a la hora de realizar una evaluación, quienes se encargan de llevarla adelante pueden llegar a pasar por alto algunas cosas, y no debería ser así.
Algunos errores comunes pueden dar lugar a que el estudio de desempeño no llegue a conclusiones muy relevantes; esto se da cuando no se tienen los objetivos claros y definidos antes de empezar con el proceso de evaluación. Otro error recurrente es no conocer al docente, a la persona a analizar; por otro lado, también puede suceder que se realice la evaluación pero no se planteen soluciones para mejorar el rendimiento y conseguir nuevos objetivos. Finalmente, otro lugar común que perjudica al objetivo de la evaluación es centrarla únicamente sobre puntos negativos.
Principios básicos de las evaluaciones de desempeño
Toda evaluación de desempeño debe estar orientada en tres principios básicos:
- El primero es que los parámetros que se pretenden medir deben estar lo suficientemente fundamentados con datos e información que sean relevantes para cada uno de los puestos laborales que se pretendan elaborar.
- El segundo es que los docentes deben tener conocimiento al respecto de los objetivos que el evaluador pretende medir: la claridad es la clave para evitar las dudas e ideas incorrectas sobre lo que se evaluará.
- El tercero es que la persona que se proponga evaluar debe de ser a su vez el mentor que posteriormente se encargue de ayudar a los docentes a llegar a los objetivos planteados.
Una vez que esto esté claro, es hora de plantearte qué métodos de evaluación del desempeño laboral se acoplan a la escuela, que puede ser uno o pueden ser varios para que se acoplen a tus docentes.
Métodos de evaluación de desempeño
Tenemos a disposición varios métodos y/o formas estandarizadas para evaluar desempeño:
- Evaluación por parte de un supervisor. Este tipo de evaluación es llevada adelante por un responsable directo o superior que ya conoce al docente y por lo tanto, su rendimiento y las funciones para las que fue contratado.
- Autoevaluación. En este caso, se trata de una evaluación realizada por el propio docente. Además, en este tipo de se les abre la propuesta para que ellos puedan dar ideas y formas de mejorar.
- Entre compañeros. En este caso, es una evaluación que se lleva adelante entre compañeros de un mismo estamento laboral.
- Evaluación de un docente a sus responsables. Los superiores son los evaluados por su docente a cargo.
- Evaluación por parte del cliente. Es un tipo de evaluación que se le propone que lleven adelante el cliente sobre aquellos docentes con los que tuvo algún contacto.
- Todos los métodos anteriores. Desde ya que todos los métodos nombrados pueden ser utilizados sincrónicamente. Lo cierto es que implica mayor complejidad para que se realice y también para la etapa de análisis de datos.
- Evaluación automatizada. En estos casos, el desempeño laboral es seguido de manera digital y automatizada. Puede resultar ser un tanto intrusivo en algunos casos, por lo que es de suma importancia contar siempre con el consentimiento de los docentes.
Una vez que se escogió o escogieron los métodos y se llevó a cabo la evaluación, aplicando todas las medidas necesarias, es necesario analizar la información y llegar a una conclusión. De esta manera, se puede llegar a conclusiones realmente útiles que permiten mejorar la escuela y ayudará a proponer distintas iniciativas para mejorar el desempeño.