Debido a las características de un niño con TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) es frecuente que esta población de niños sea ansiosa. Las técnicas de la relajación muscular de Koeppen son series de ejercicios sencillos y de fácil implementación en el hogar que sirven para este tipo de niños.
Juegos de relajación muscular de Koeppen
El jugo de limón
Para trabajar el grupo muscular de brazos y manos se propone el juego del limón. Para este juego se debe utilizar una pelota blanda del tamaño de un limón aproximadamente. Luego se le pide al niño que imagine que la pelotita es un limón.
“Lo que debemos hacer es quitarle todo el jugo a ese limón. Para eso lo sujetaremos primero con la mano izquierda y lo exprimiremos todo lo posible. Debemos prestar atención en los músculos de la mano y el brazo que se tensan y luego dejar de exprimir el limón”.
El ejercicio se debe repetir 3 veces con cada mano pero de modo alternado.
El juego del gato perezoso
“En este juego imaginaremos que somos unos gatitos perezosos, estamos muy cansados y acabamos de despertar de la siesta. Entonces estiramos los brazos hacia arribalo más posibley por el mayor tiempo que podamos. Luego bajamos los brazos y lo volvemos a hacer prestando especial atención en cómo se estiran los brazos y hombros”
Se debe realizar este ejercicio y un total de 3 veces.
La tortuga tímida
En este caso simularemos que somos una tortuga tímida. Este ejercicio es para trabajar hombros y cuello.
“Vamos a imaginar que somos una tortuga que está caminando por una playa (puedes hacer que el niño se coloque en cuatro patas) y caminamos de un lado a otros. De pronto llegamos a una zona donde hay unos juncos y son altos para que podamos ver qué hay detrás de estos. Entonces estimamos lentamente el cuello e intentamos ver qué hay detrás de los juncos. Luego bajamos el cuello y volvemos a mirar”
Esto lo debemos repetir 4 veces.
Jugando a mascar un chicle gigante
En este ejercicio se trabaja la mandíbula.
“Imaginemos que tenemos un enorme y gigantesco chicle en la boca. Primero vamos a mascar unos minutos el chicle y luego vamos a intentar hacer un globo tan grande como esta sala”.
Una vez que el globo reviente, debemos hacer de cuenta que nuestras mejillas también se pinchan o desinflan.
Se puede usar un chicle de verdad si el niño tiene edad para mascar chicle y hay que repetirlo 3 veces con chicles diferentes (por supuesto).
La mosca insoportable
Este ejercicio sirve para trabajar cara, nariz y frente.
“Imaginemos que no podemos mover nuestro cuello pero tenemos, a nuestro alrededor, una molesta mosca que vuela sobre nuestra cara. Tampoco podemos ahuyentar la mosca con los brazos o manos (porque no podemos moverlos): solo podemos soplar y mover el rostro. Finalmente (y luego de unos minutos) la mosca se va y relajamos nuestro rostro”
El gusano
Este juego sirve para ejercitar el estómago, la espalda, piernas y brazos:
“Vamos a imaginar que estamos tendidos sobre el césped una tarde de sol. Estamos muy relajados pero, de pronto,un ruido parece acercarse. No nos conviene levantarnos así que decidimos darnos vuelta boca abajo (con la panza sobre el suelo) y simular que somos un gusano que camina de un lado a otro reptando.
Después de unos segundos detectamos que es un elefante y se ha dado cuenta de nuestra presencia. Está casi encima de nosotros así que ya no tenemos tiempo de correr. La única alternativa es girar sobre nosotros mismo con la panza ahora hacia el cielo y poner nuestro estómago tan duro como una piedra. Luego de unos minutos el elefante se va y nosotros ya estamos a salvo y nos relajamos”.
Para finalizar se recomienda: una sesión de relajación con una meditación con imágenes
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