Las carreras técnicas se suelen designar con el acrónimo “STEM”, de las palabras inglesas “ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”. Forman parte de las competencias básicas de cualquier niño y adolescente, con contenidos adaptados a sus niveles, y se consideran importantes en el contexto actual.
Pero los más jóvenes no siempre muestran interés en ellas, sobre todo si experimentan ciertas dificultades al cursarlas. Hay maneras de hacerles las ciencias más atractivas, consejos que repasamos a continuación.
Por qué fomentar las profesiones técnicas en los niños
Basta con vislumbrar el contexto en el que nos encontramos para entenderlo: vivimos en la Sociedad Digital (aunque algunos autores hablan ya de lo Postdigital). El avance que han experimentado este tipo de tecnologías ha motivado cambios a todos los niveles, empezando por el profesional. Y poder profundizar en ellas requiere conocimientos matemáticos, de ciencia, tecnología e ingeniería.
Las instituciones educativas estiman que, en la actualidad, hay carencias formativas en ciencia y tecnología a nivel mundial. Una realidad que contrasta con el alto índice de desempleo juvenil que existe, y que encuentra su explicación en lo lento que cambia el sistema educativo.
Partimos, además, de lo que los niños de hoy crecen con un contacto continuo y directo con las tecnologías digitales, como puede que sus padres no tuvieran. Les resulta más fácil conocer el contexto actual, pero hay que motivar los procesos de aprendizaje.
Las vocaciones STEM también ayudan a desarrollar un pensamiento práctico que les ayudará en la toma de decisiones, así como a emprender otros aprendizajes como el inglés. Promueve su pensamiento lógico y el pensamiento crítico, habilidades muy valoradas por el mercado laboral.
Consejos para promover las vocaciones STEM
Es cierto que los sistemas educativos presentan dificultades para adaptarse, pese a que en los últimos años la formación se ha intentado que case con el mercado laboral mediante el impulso de la Formación Profesional. Para las autoridades educativas, propone un método más innovador y dinámico que hace más fácil la introducción de cambios, más aún si esas transformaciones deben ser aplicadas por centros plenamente adaptados a los tiempos como RamarFP.
Pero la Formación Profesional es una etapa que se alcanza a ciertas edades, como mínimo con 15 años si hablamos de la básica. Antes se pueden emprender otras acciones que consiga hacer atractivas las carreras técnicas en el futuro.
1. Utiliza las herramientas digitales
Hay una amplia variedad de aplicaciones, programas y plataformas que se pueden utilizar para que el niño o niña den sus primeros pasos. Una de ellas es Lego Education, que propone una serie de herramientas didácticas que incluso aulas, institutos y talleres pueden incorporar como recurso educativo. Permite combinar los juegos de construcción tradicionales con herramientas de programación sencillas, participando incluso en competiciones internacionales.
Otra herramienta útil es STEM Talent Girl, que fomenta las disciplinas técnicas en las niñas. Incorporar el talento femenino al sector resulta necesario, y es lo que se propone esta iniciativa española. Se configura como un punto de encuentro entre alumnas, mentoras y partners.
2. Visita museos
A lo largo y ancho del territorio español hay museos que permiten acercar la ciencia a los niños de manera muy didáctica. No solo eso, también organizan actividades dirigidas a ellos con cierta frecuencia. ¿Ejemplos? El Eureka! Zientzia Museaoa de San Sebastián, el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha en Cuenca, la Casa de la Ciencia de Sevilla o el Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña, en Barcelona.
Al preparar la visita, conviene que te informes sobre las instalaciones y comentes con los niños que podrán hacer o ver. Si vais a participar en algún taller o visita temática posiblemente sea necesario reservar con tiempo, así como informarse de las edades para las que está indicada, la duración y el precio.
3. Promueve actividades que aumenten su curiosidad
La visita al museo es solo una opción. Si tu hijo/a aún es pequeño/a o simplemente no se entretiene con este tipo de actividades, hay otras en las que se puede combinar el juego con el aprendizaje.
Al inicio de las medidas de confinamiento aparejadas al estado de alarma, en medio de la crisis por el coronavirus SARS-CoV-2, se hizo viral el vídeo de un adulto que pedía a un menor introducir el dedo lleno de jabón en una plato con agua y pimienta. La pimienta “huía”, como metáfora de lo que hacen los agentes patógenos cuando nos lavamos las manos.
Además de estos pequeños experimentos en casa se pueden proponer salidas al campo para observar flora y fauna, lectura de cuentos adaptados, etc. La biblioteca, por otra parte, tendrá fondos que le pueden interesar.
4. Regala juegos y aparatos específicos
Sets y laboratorios de mecánica, microscopios y telescopios de juguete, maquetas 3D de esqueletos animales, juegos de experimentos, laboratorios de cosmética, atlas… Hay muchas opciones y, aunque siempre es recomendable atender los deseos del niño o la niña, está claro que habrá más posibilidades de despertar su interés si lo tienen a su alcance.
Con todo, es recomendable fomentar las vocaciones y profesiones técnicas en los niños y adolescentes desde que son pequeños, teniendo en cuenta datos como la dificultad de las empresas para hacerse con talento específico. De una forma didáctica, entretenida y adaptada a su nivel, es mucho lo que se puede hacer para conseguir que cuenten con opciones laborales al convertirse en adultos. Y muchas experiencias de cuantas se les puede proporcionar son gratuitas.
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