Cuando llega el momento de escolarizar a nuestros hijos se nos presenta un mar de dudas. Muchas veces nos guiamos por las recomendaciones de amigos/as, vecinos/as y familiares, que nos hablan de su experiencia y la de sus hijos en las diferentes escuelas.
Luego vamos a las jornadas de puertas abiertas. Vemos el centro, los proyectos que realizan los niños, conocemos a las maestras y nos hablan de la pedagogía en la que se basan y los resultados que obtienen.
Y llegamos a casa, posiblemente más confundidos de lo que habíamos salido. Igual nos han convencido, ya que en las jornadas de puertas abiertas todo parece maravilloso. Y seguramente así sea. Pero luego toca pensar en si esa pedagogía es la que mejor conecta con nuestra filosofía de vida y con lo que queremos para nuestros hijos.
Y es que no sólo importa lo que vayan a hacer nuestros hijos en preescolar o en el primer ciclo de primaria. Si todo va bien, nuestro hijo asistirá a esa escuela hasta sexto y durante todos esos años, la imagen idílica que se nos presentó se puede ir desdibujando poco a poco.
Pero ojo, no todo depende de la escuela. Cada profesor es un mundo. Unos ponen muchos deberes, son muy estrictos e incluso algo fríos. Otros son más dulces, cercanos y respetuosos con la vida familiar. Eso significa que aún estando satisfechos con la escuela y la mayoría de profesores, siempre puede haber algún mal año en el que encontremos a un profesor que no termina de conectar bien con nosotros y, aún así, terminar satisfechos por el resultado general de esta etapa.
En cualquier caso, antes de matricular a nuestro hijo/a a una escuela, vale la pena que papá y mamá os reunáis y os hagáis las siguientes preguntas:
Nuestra escuela ideal…
- ¿Qué valores tiene e inculca en los niños?
- ¿Cuál es su forma de enseñar?
- ¿Qué sistemas de evaluación utiliza?
- ¿Cuál es su misión?
Seguid con las siguientes preguntas, mucho más prácticas y detalladas:
En nuestra escuela ideal…
- ¿Cuántos niños hay en cada aula?
- ¿Ponen deberes? ¿Cuántos?
- ¿Cómo corrigen las tareas y los deberes?
- ¿Cómo son los espacios?
- ¿Cómo resuelven los conflictos entre alumnos?
- ¿Cómo solucionan los problemas de mal comportamiento de los alumnos?
- ¿Cómo integran o segregan a los alumnos según sus necesidades educativas?
Por último pasamos a preguntas que os afectan especialmente a vosotros, como padres:
Nuestra escuela ideal…
- ¿Cuál es el precio?
- ¿Cuales son los horarios?
¿Hasta qué punto queréis colaborar y participar en la vida escolar y sus decisiones? - ¿Qué servicios complementarios necesitáis?
Para responderse a todas estas preguntas no es necesario ser un experto en educación, ni mucho menos. Se trata de que reflexionéis sobre vuestro ideal de escuela, en base a lo que vosotros habéis vivido, escuchado y visto. Y sobretodo, en base a vuestras necesidades y expectativas.
Debatir en pareja todas estas preguntas y responderlas por escrito es un buen ejercicio para hacer antes de visitar las escuelas. Os ayudará a reforzar vuestros ideales y tener más claro lo que queréis y lo que no.
Difícilmente encontraréis una escuela que se ajuste al 100% a vuestros ideales, pero os será más fácil elegir la que cumpla con los requisitos más importantes para vosotros.
Irene SV