¿Qué ocurre cuando nuestro hijos tiene problemas para articular correctamente algún sonido o palabra? Normalmente nos hablan de que el niño no realiza bien las praxias.. Eso está muy bien pero…, ¿Qué son las praxias? ¿Qué beneficios se obtienen trabajando las praxias bucales? y sobre todo ¿Cómo trabajar las praxias labiales o bucofaciales con los niños? Todas estas preguntas intentaremos resolverlas en este artículos y finalmente podrás encontrar fichas de descarga gratuita para realizar ejercicios de praxias para niños.
Comenzamos por definir el concepto de praxia.
Qué son las praxias
Antes de aclarar este término, os recuerdo que es muy importante que nuestro hijo posea una agilidad y coordinación de movimientos muy precisa para hablar correctamente.
Y eso es precisamente lo que son las praxias: movimientos organizados, de mayor o menor dificultad, que se hacen para alcanzar un objetivo (en este caso, pronunciar correctamente los diferentes fonemas).
Debido a que en la boca no sólo se realizan actividades relativas al habla, hay que tener en cuenta que la realización más o menos dificultosa de los movimientos podrían involucrar al soplo, la alimentación…
Los ejercicios más comunes que se realizan cuando un niño tiene algún tipo de dificultad en la realización de las praxias, suelen englobar movimientos que incluyen los labios, la lengua, los músculos cercanos a la boca, la mandíbula o el velo del paladar.
Además, como siempre decimos, cada niño es un mundo, y no pueden realizar los mismos movimientos a la misma edad, y el famosísimo rotacismo es un claro ejemplo.
Para realizar este sonido se precisa una gran agilidad y coordinación de la lengua que, generalmente, se adquiere a los seis años; pero esto no es universal en todos los niños, ya que hay algunos que la adquieren un poco más tarde o, incluso, antes de esa edad.
¿Cómo se practican las praxias?
Para facilitar una correcta articulación es preciso ejercitar y agilizar previamente los órganos que intervienen en la misma. Para ello, lo más fácil es que tanto el adulto como el niño se sienten frente a un espejo; de este modo se podrán observar los movimientos que se realizan y compararlos
Gracias a esta posición, el pequeño podrá ver los progresos conseguidos a medida que adquiere mayor agilidad, coordinación y fuerza en sus músculos, logrando las posiciones que coincidan con los puntos de articulación más importantes.
Es muy importante que al hacer estos ejercicios no intentemos corregirle el fonema mal articulado, sino enseñarle uno nuevo, para que, una vez conseguido, sustituya al defectuoso.
Si hacemos lo contrario, podríamos conseguir que se centre excesivamente en corregir la articulación que tenía mal formada, pensando en las nuevas posiciones que tienen que tomar sus órganos de articulación, creando así una tensión inútil en todos los órganos que tiene que poner en juego.
Los ejercicios de praxias han de ser de corta duración (de dos a tres minutos de duración y con pausas intermedias), para evitar tanto la fatiga muscular como el cansancio y la falta de motivación por parte del niño.
También se harán varias series de repeticiones, ya que así conseguimos las asociaciones necesarias entre el sonido exacto de un fonema y los movimientos precisos de articulación, elaborando así los estereotipos correctos de la articulación de los fonemas trabajados.
Ejercicios de praxias faciales
Los niños con trastornos del espectro autista (TEA) a menudo tienen dificultades para realizar estos movimientos coordinados. Estas dificultades pueden manifestarse de diversas maneras, incluyendo dificultades para mover la boca y la cara de manera coordinada, dificultades para masticar y tragar, y dificultades para hablar con claridad.
Las praxias bucofaciales también pueden estar afectadas en otros trastornos del neurodesarrollo, como la dislexia, la dispraxia y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Existen diversos ejercicios y actividades que se pueden utilizar para mejorar las praxias bucofaciales. Algunos ejemplos de ejercicios praxias bucofaciales que se pueden realizar en casa o en el consultorio de un terapeuta ocupacional o fonoaudiólogo incluyen:
- Chupar y masticar chupetes o bolis
- Soplar burbujas
- Chupar y masticar caramelos
- Hacer muecas
- Soplar y hacer ruidos con la boca
- Hacer ejercicios de estiramiento facial
Realizar estos ejercicios y actividades de forma regular puede ayudar a mejorar las praxias bucofaciales de un niño. Finalmente os dejamos fichas que hemos encontrado por la red y que pueden servir para trabajar praxias bucales en los niños.
Ejercicios de Praxias bucales con bob esponja
Conclusión. Praxia
Existe una gran lista de praxias para hacer, pero es mejor que sea el profesional que atiende al pequeño quien las facilite, ya que es necesario personalizar estos ejercicios para cada niño al tener en cuenta las diferencias individuales de cada uno, por ejemplo si existe algún problema orgánico (como puede ser el frenillo lingual), ver qué sonido que está alterado…
Y siempre que se hagan los ejercicios de praxias, tienen que hacerse bajo supervisión, ya que es el único modo de que nuestro pequeño avance de forma adecuada.
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Hola , buenas las primeras fichas de ejercicios de praxias faciales, conocen la fuente ? si la tienen por favor me la dicen
Buen día tengo dos niños uno de de 8 años y otro de 5 años.
el de ocho años tiene problemas en pronunciar palabras trabadas como: trabajo, dracula.
y el de 5 años no me pronuncia para nada la «R» , «RR» peor palabras con silabas trabadas.
por favor si pudiera ayudarme.
GRACIAS POR LAS FICHAS ES UN EXCELENTE APOYO PARA MIS NIÑOS
IRIS-PERU