Como ya todo padre o madre sabe, la educación de un hijo no se basa solo en acudir a la mejor escuela o tener los mejores profesores. La educación también viene y se recibe desde otros lados y lugares, en la calle o jugando con los amigos, en el deporte y en todas las actividades fuera y dentro del colegio. De ahí que en las vacaciones veraniegas una de las mejores opciones siempre sea involucrar a los niños en alguno de los muchos campamentos que tienen lugar en las diferentes partes del país. De norte a sur, el país está lleno de actividades del estilo que tienen un efecto tremendamente positivo en los más pequeños, como, por ejemplo, ayudarles a salir del paraguas de sus padres durante un tiempo.
Aparte de que muchas amistades se forman en campamentos de este tipo, en los que niños de la misma edad comparten vivencias durante semanas, estos son la oportunidad perfecta para los que vivan en lugares urbanos para involucrarlos en una vida más al aire libre e involucrada con la naturaleza. Además, cualquiera de estos campamentos está centrado en cierto tipo de valores que posteriormente pueden tener una repercusión muy positiva a largo plazo. Por ejemplo, uno de los tipos de campamentos más en boga son los de surf, en los que se mezcla deporte, compañerismo y respeto por la naturaleza en una sola disciplina que lo engloba todo.
En especial la franja norte de la costa española, desde Galicia hasta la frontera francesa en Euskadi, destaca en la organización de campamentos de surf para menores de este tipo, en los que los niños, aparte de aprender a coger olas con una tabla, interiorizan sobre todo valores muy importantes presentes en el surf. El compañerismo de ayudarse unos a otros frente a la fuerza del mar, la importancia de sentarse alrededor de una mesa o una hoguera y compartir tiempo de su vida, el respeto y conocimiento de la naturaleza en general y del mar en particular… todos ellos conceptos aplicables en el día a día de cualquier niño, sea cual sea su origen y procedencia. Eso y también la disciplina presente en el surf, que obliga a levantarse pronto todas las mañanas para aprovechar el mejor estado del mar, un horario y calidad de comidas estricto y compatibilizable con una gran cantidad de deporte diario… todo beneficios para la salud física y mental de los más pequeños de la casa.
Por otra parte, en relación con el surf siempre hay otras disciplinas que suponen una gran implementación tanto para la práctica del deporte de las olas como para la vida cotidiana. El yoga, cada vez más en auge, sería una de estas disciplinas que abarcaría esta doble vía de apoyo al surf y al largo plazo de la vida de un niño. De hecho, son varias los campamentos de surf que también cuentan con clases de yoga o que, al menos, tutorizan los estiramientos necesarios para entrar en el agua con una mayor seguridad a fin de evitar cualquier lesión muscular.
Se podría decir que pocos contras se le pueden encontrar a los campamentos en general y a los campamentos de surf para niños en particular, a la hora de su repercusión en la vida de los niños y, también, evidentemente, de los buenos tiempos que les harán pasar. Ya sea en una tabla de surf en el Océano Atlántico o en el Mar Cantábrico, o en otra cualquier parte del país bajo otra forma diferente, unas semanas en la naturaleza significan crecimiento personal y diversión. Pero hay que reconocer que cualquier persona se lo pasaría bien aprendiendo a coger unas cuantas olas y pasándose unas horas en el mar, como para más los niños que disfrutan todo al máximo.
Galicia es uno de los lugares por excelencia para practicar, yo he visitado muchos de sus lugares y siempre tengo ganas de volver.