En la opinión de Ana Peinado, que escribe en: http://elblogdelapsicologiapositiva.blogspot.com.es/, algo estamos haciendo mal, cuando castigamos a un niño «a pensar». Pensar nunca puede ser un castigo. Pensar es bueno. Es más, deberíamos fomentar en ellos el buen hábito de pensar.
Desde hace un tiempo se puso de moda, tanto en las clases de infantil como en casa, la técnica de la «silla de pensar».
Esta «silla de pensar» deriva de una técnica de modificación de conducta conocida como la técnica de Time-out o Tiempo Fuera. El problema es que se suele utilizar EQUIVOCADAMENTE.
El niño o la niña tiene que aprender que si comete acciones inadecuadas (tiene rabietas, muerde, pega, etc.) va a tener consecuencias negativas (castigo).
Una técnica eficaz en este tipo de situaciones es la del TIEMPO FUERA. De manera contingente, es decir, seguido inmediatamente de la conducta, castigamos al niño separándole de la situación donde se ha generado la conducta negativa y eliminando cualquier refuerzo (es decir, sin hablarle y retirándole cualquier estímulo) durante un tiempo determinado.
¿Cuánto tiempo? Pues una regla general es 1 minuto por cada año del niño (por ejemplo, tres minutos para niños de tres años)
Porque el tiempo de castigo debe ser siempre el mismo, no podemos dejarnos llevar nosotros, como adultos, por el enfado y tener al niño más tiempo del exclusivamente necesario castigado, porque no es eficaz.
Es decir, una vez que ha pasado el tiempo previsto del castigo, ayudamos al niño a pensar.
O acaso ¿tú puedes pensar cuando estás enfadado? Pues el niño o la niña tampoco. A ellos el castigo les enfada (no han conseguido lo que querían y lo normal es que estén el tiempo que dura el castigo llorando, y así no pueden pensar.)
Además, un niño con tres, cuatro o incluso cinco años necesita una guía para ayudarle a pensar. Si le castigamos «a pensar» seguramente en lo único que piense es «¿y en qué pienso?». Somos nosotros, como adultos, los que tenemos que guiar ese pensamiento posterior.
Recuerda que una de los aspectos más importantes de la correcta aplicación del Time-Out es la retirada de los estímulos. De nada sirve, tener al niño en la «silla de pensar» y estar todo el tiempo que dura el castigo diciéndole «eso, para que aprendas, la próxima vez te vas a enterar, ahí te quedas castigado hasta que yo te diga…»
hooola soy mama y mi beb tiene un año y mi pregunta es a que edad debe comenzar esto?
Completamente de acuerdo,soy parvulista y nunca he utilizado lo de la silla de pensar,siempre lo he encontrado ridiculo.Muchos maestros luego les dicen: ¿Ya has pensado? y el niño de forma mecànica dice: «si,he pensado»,porque sabe que eso es lo que el adulto quiere oir.
me ha funcionado para eliminar comportamientos de algunos niños pero que hago con el niño que no acepta la silla?? cómo lo trato a el cuando pega a un compañero? todavia no lo conozco y temo no actuar de la mejor manera con él.
Últimamente a cualquier cosa le llaman «Programa de Modificación de Conducta»: recientemente ha llegado uno a mis manos que es para enmarcarlo.
Como dicen en el artículo se trata de una aplicación del Tiempo fuera. Una técnica que no es un castigo (por favor, lean el concepto de castigo). Se trata de una técnica en la que se retira un reforzador generalizado: la atención.
El tiempo fuera no puede usarse como única estrategia: tiene su función y sus reglas de aplicación. Para eso existen las técnicas positivas y el uso de reforzadores.
COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON ESTE ARTICULO , SOY PSICOLOGA CONDUCTUAL Y VEO QUE LA TECNICA DE TIEMPO FUERA SE HA DESVIRTUADO DEBE SER UN TIEMPO FUERA DE ESTIMULOS REFORZANTES PARA EL NIÑO COMO CONSECUENCIA DE SU COMPORTAMIENTO , NO PARA PENSAR PUES PENSAMOS TODO EL TIEMPO.
por qué crees eso, qué se ha hecho?