Niños problemáticos: Detrás de todo niño se esconde un sinfín de emociones. A veces, estas emociones no son del todo positivas. Hay que tener en cuenta que cada niño es diferente al resto. Existen muchos niños que expresan sus emociones de la forma adecuada, otros que lo hacen de forma más brusca o directamente lo hacen “camuflando” o disfrazando ese sentimiento.
¿Cómo actuar con los niños problemáticos y sus emociones?
Antes de comenzar es importante aclarar que no todo niño que tenga algún problema es el resultado de una mala educación por parte de los padres. Existen muchos niños que necesitan expresar sus sentimientos y no saben cómo hacerlo. Otros niños simplemente demandan mayor atención. Cuando el niño no es escuchado u observado todo lo que él necesita, entonces se enoja.
¿Cómo debemos manejar las emociones de los niños problemáticos?
En primer lugar hemos de decir que un niño es problemático pues necesita expresar o decir algo pero que aún no ha encontrado los medios para hacerlo.
Esto puede o no estar asociado con la crianza, la institución, escolar, el trato de los niños entre sus compañeros, angustias que tenga él en relación a algún tema en particular, etc. Pero no conseguiremos mucho si nos detenemos en este aspecto. Por el contrario sugerimos realizar los siguientes pasos:
- La observación
Luego de observar al niño por un tiempo prudencial, podemos llegar a la conclusión de que él tiene un problema (o varios) y que no sabe expresar lo que le sucede.
Aún no sabemos si el mismo está relacionado con algo emocional, orgánico o psíquico, etc. Es importante aclarar que la manifestación de las emociones o la falta de estas pueden tener un origen biológico-orgánico o emocional-psíquico.
A menudo esta primera detección del problema la hace un docente o los mismos padres.
- Indagación
En este punto es importante no preguntar de manera directa al niño “qué problema tiene” ya que, si no lo ha podido decir hasta ese momento y tienen un comportamiento problemático es porque, indefectiblemente, no puede elaborar una respuesta en palabras.
- Dar aviso
Es importante dar aviso a la escuela o a los padres. También resulta ser de utilidad que un gabinete psicopedagógico intervenga o al menos esté al tanto de lo que le ocurre al niño.
Esto no se realiza con el objetivo de que el niño se sienta observado sino que, por el contrario, se intenta dar aviso a las personas idóneas para ayudar al niño a expresar lo que le sucede.
- Actuar en consecuencia
Una vez detectado el problema y habiendo dado aviso a quienes corresponden, el docente, padre o persona encargada del niño que haya detectado el problema inicialmente, puede realizar diferentes actividades para profundizar en la problemática. Esto lo puede hacer de forma individual aunque siempre es conveniente la intervención de un gabinete psicológico o psicopedagógico que guíe.
Las actividades que se pueden llevar a cabo son muchas:
- Expresión corporal
- Expresión musical
- Dibujo libre
- Asociación de palabras
- Juegos para controlar la ira
- Juegos para estimular la función empática
Estas actividades se pueden adaptar a cada niño dependiendo de sus edades.
Todo esto pone en perspectiva el comportamiento del niño dado que, es mediante estas actividades que el niño descubre (por empatía) que él ha actuado de un modo que al resto le molesta (puesto que las emociones violentas son las negativas y las que afectan al resto de los niños).
En alguna de estas actividades el niño empezará a expresarse aunque no lo hará abierta y literalmente. Es por eso que sugerimos la intervención o el complemento de un psicólogo que contenga al niño y a su entorno.
¿Cuánto tiempo se deben llevar a cabo cada una de estas actividades?
El proceso hasta descubrir qué es lo que le ocurre al niño es lento y dependerá de cada niño en particular y de la gravedad de lo que le suceda. Sin embargo es conveniente escoger una actividad y llevarla a cabo por al menos 2 meses.
© 2017 Las emociones y los niños problemáticos o difíciles. María Eugenia Daney. Escuela en la Nube