La impaciencia y la exigencia van de la mano, por lo general el niño impaciente tiene tendencia de ser altamente exigente. Ser impaciente es una actitud muy natural, todos los seres humanos lo somos en mayor o en menor medida, sin embargo lo más importante es aprender a que los niños la controlen y cultiven la habilidad de ser más pacientes.
El niño impaciente y exigente al que no se le controla, suele tener muchos problemas, no solo de comportamiento sino sociales, cuando no logra encajar o ser aceptados por los otros, debido a su comportamiento, con los años esto puede empeorar y convertirse en otras patologías.
Impaciencia y Exigencia: Conductas Adquiridas.
Es importante partir del hecho que este tipo de conductas son adquiridas. Si bien la impaciencia es una cuestión natural, los límites de esta y su descontrol se deben a que adquirieron este comportamiento sin los límites adecuados.
Si los padres al detectar las primeras señales de estos comportamientos no ponen los límites, no frenan la situación, con el paso del tiempo las cosas se tornan más y más complejas.
Lo primero es admitir que si nuestros hijos son impacientes y al mismo tiempo exigente en una forma descontrolada es en parte por nuestra irresponsabilidad.
El Niño Impaciente y Exigente: 5 Consejos que pueden ayudarte
Muchos niños son impacientes por naturaleza. No les gusta esperar, y quieren que todo suceda inmediatamente. A veces, esto puede ser beneficioso, como cuando se les anima a tomar la iniciativa y ser proactivos. Sin embargo, la impaciencia también puede ser un problema.
Si un niño es demasiado impaciente, puede tener dificultades para concentrarse y terminar las tareas. También puede ser más propenso a actuar sin pensar, lo que puede conducir a decisiones poco reflexivas e impulsivas. En general, la impaciencia puede hacer que un niño sea menos feliz y más estresado.
Hay muchas maneras de ayudar a un niño impaciente. A continuación te dejamos 5 consejos claves para ayudar a tu hijo:
- Enseñarles a esperar: Una de las mejores maneras de lidiar con la impaciencia es enseñar a los niños a esperar. Esto significa que deben aprender a controlar sus emociones y no actuar impulsivamente. Para ayudarles a lograrlo, puedes hacer que esperen unos minutos antes de darles lo que quieren. Por ejemplo, si quieren comer un dulce, pídeles que esperen cinco minutos.
- Hacer que se distraigan: Otra forma de lidiar con la impaciencia de los niños es hacer que se distraigan. Si sabes que tienen que esperar un tiempo antes de obtener lo que quieren, puedes ayudarles a pasar el tiempo haciendo que se concentren en otra cosa. Por ejemplo, puedes pedirles que cuenten hasta 100 o que dibujen una imagen.
- Premiar la paciencia: Un buen motivador para los niños impacientes es el premio. Si logran controlar sus emociones y esperar pacientemente, puedes recompensarles con algo que les guste, como un dulce o un juguete. Esto les ayudará a aprender que la paciencia tiene sus recompensas.
- Redirigir su energía: Otra forma de lidiar con la impaciencia de los niños es redirigir su energía. Si sabes que están muy impacientes, puedes pedirles que hagan ejercicio o que ayuden a hacer algo. Por ejemplo, puedes pedirles que laven los platos o que jueguen afuera. Esto les ayudará a quemar su exceso de energía y a concentrarse en otra cosa.
- Tener paciencia: Aunque pueda ser difícil, es importante tener paciencia con los niños impacientes. Debes entender que no pueden controlar sus emociones y que necesitan ayuda para aprender a lidiar con la impaciencia. Si te frustras con ellos, solo empeorarás la situación. Por lo tanto, debes tener paciencia y ser comprensivo.
excelente tema. gracias