Al referirnos a las madres nevera, estamos hablando de una teoría sobre el autismo que ya se ha suprimido y que afirmaba, que el autismo es causado por la falta de calidez materna.
El término de madres nevera se planteó inicialmente alrededor de 1950, como una etiqueta para las madres de niños diagnosticados con autismo o esquizofrenia.
Orígenes de la teoría de las madres nevera
Leo Kanner fue un psiquiatra austríaco, conocido por lo que actualmente se denomina en clínica psiquiátrica, “trastornos del espectro autista”.
Fue Kanner quien identificó el autismo por primera vez en 1943 y concluyo según sus observaciones, que existía falta de calidez entre los padres de niños autistas.
En ese tiempo se solía culpar a los padres y las madres por el comportamiento atípico de sus hijos, que incluía rigidez corporal, dificultad para hablar y autoaislamiento.
De esta manera, Leo Kanner sugirió que el autismo se relacionaba con una «falta genuina de calidez materna».
Leo Kanner y la teoría de las madres nevera
En 1943 Leo Kanner describió a los niños con autismo, como individuos con “falta de contacto con las personas, ensimismamiento y soledad emocional”.
Además, Kanner señalaba de una manera muy precisa que los padres rara vez renunciaban para poder disfrutar del juego con los niños. De la misma manera indicaba que los niños autistas estaban expuestos a la frialdad de sus padres y de una atención que consideró mecánica, de aportar solamente las necesidades materiales.
Leo Kanner a quien se le identifica como el padre del autismo y de las “madres nevera”, describió a los padres de niños autistas en una entrevista realizada en 1960, como «simplemente descongelarse lo suficiente para producir un hijo».
Aunque Kanner no fue el primer científico en percibir los síntomas del autismo, sí fue el primero que la diferenció de la esquizofrenia. El cuadro clínico del autismo que describió Kanner era tan específico, que se podía diferenciar claramente de la esquizofrenia y de cualquier otro trastorno.
Teoría oscura de “las madres nevera”
Aunque Leo Kanner junto con el trabajo de Hans Asperger, sembró los fundamentos del estudio moderno del autismo en 1943, también se le responsabiliza por la oscura teoría de “las madres nevera”.
La primera vez que se habló del tema de la madre nevera, fue en 1969 durante en la 1era reunión anual de lo que hoy es la Sociedad de Autismo de América.
Actualmente, las investigaciones indican la sospecha de factores genéticos y ambientales que causan el autismo.
Bruno Bettelheim y las madres nevera
El psicoanalista y psicólogo austriaco Bruno Bettelheim y otros psicoanalistas, defendieron la idea de que el autismo era producto de madres que tenían frío, que eran distantes y que privaban a sus hijos de la oportunidad de «vincularse adecuadamente».
Esto ocurrió durante las décadas de 1950 y 1960, ya que no existía una explicación biomédica de la causa del autismo.
Teoría errada de las madres nevera
La teoría errada de las madres nevera fue adoptada por las personas influyentes del campo de la psicología y no fue cuestionada hasta mediados de 1960, sin embargo sus efectos se han prolongado hasta la actualidad.
Durante esa época muchas publicaciones culpaban a la falta de afecto materno, por el hecho que un niño tuviera autismo.
Pero el psicólogo Bernard Rimland quien tenía un hijo autista, publicó un libro en 1964 que señalaba una contra explicación de los conceptos establecidos de manera errónea sobre esta enfermedad.
El libro “Infantile Autism: The Syndrome and its Implications for a Neural Theory of Behavior” , se contrapone a la hipótesis de la madre nevera.
Teoría desacreditada de las madres nevera
Aunque gran parte de los profesionales de la psicología durante la primera mitad del siglo XX, asumieron como cierta la teoría de las madres nevera, en la actualidad está totalmente desacreditada.
La teoría de las «madres nevera», sigue generando estupor en la comunidad científica, por el irremediable daño que causo a muchas familias.
El psicólogo Bruno Bettelheim indicó explícitamente, que el origen del autismo se debía a la ausencia de cariño en la infancia, especialmente por parte de las madres.
Afortunadamente, esta idea fue desacreditada en la década de 1970 y aunque en la actualidad se desconoce cuáles son las causas del trastorno de espectro autista (TEA), no se responsabiliza al amor de las madres.
Fin de la teoría de las madres nevera
El daño que causo el señalamiento de las madres nevera, en muchos casos fue irreparable y desde entonces, la comunidad científica tiene el propósito de lograr intervenciones biomédicas efectivas.
En 1969 Leo Kanner y otras figuras científicas, se retractaron de sus planteamientos sobre las madres nevera en una convención en Estados Unidos, para padres con niños en el espectro del autismo.
Allí expresó públicamente y de manera textual: “Por la presente, absuelvo oficialmente a los padres y a las madres de la causa de este trastorno”.
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