Los libros ayudan a cultivar el cerebro y mantener a salvo los conocimientos de los fallos de memoria, permiten vivir y conocer la historia para creer en un futuro mejor. Aquel que lee vive un sinfín de vidas. Según palabras de Humberto Eco: “El libro es un seguro de vida, una pequeña anticipación de inmortalidad”
Recordando el artículo publicado por Umberto Eco en el periódico argentino La Nación en 1997, no hay duda de que la persona que lee no solo enriquece su conocimiento, sino que la lectura le otorga el privilegio de no experimentar solo su propia vida, sino que le brinda a oportunidad de vivir otras muchas más, que lo transportan a otros lugares, otros tiempos, otras circunstancias… Hoy en día, el acceso a los libros está garantizado para todo aquel que tenga interés, ya sea al acudir a la biblioteca, comprar libros online en papel o en ebooks.
Quien lee, vive más años
No obstante, y dejando de lado esa experimentación a través de los libros de la que hablaba Umberto Eco, un estudio afirma que las personas que leen viven más años que las que no realizan esta actividad de forma lúdica. El artículo que analizaba esta afirmación, fue publicado en la revista Social Science & Medicine, se titula A chapter a day: Association of book reading with longevity, y fue realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Yale. Para sacar estas conclusiones tomaron una muestra de 3.635 participantes mayores de 50 años y procedieron a comparar sus hábitos de lectura y la relación con su longevidad.
En estas investigaciones se hizo una gran división de los participantes en tres grupos; aquellos que no leyeron ningún libro, los que leían libros durante tres horas y media a la semana y los que leían libros durante más de tres horas y media durante el mismo periodo de tiempo. Los resultados del estudio arrojaron datos sorprendentes acerca de la relación entre la lectura y una mayor longevidad, ya que los lectores de libros aumentaban sus años de vida en 23 meses más que aquellos que no leían nada.
Beneficios de la lectura para la salud
Para comprender los resultados arrojados por esta investigación, conviene analizar cuáles son los beneficios de la lectura para la salud.
Dormir mejor
La lectura de un cuento para los más pequeños, o un libro en el caso de los adultos, antes de dormir ayuda a conseguir un nivel óptimo de relajación y conciliar un sueño tranquilo, más profundo y reparador. En este sentido, es mucho más aconsejable dedicar los minutos antes de dormir a la lectura que coger un aparato electrónico, pues este último lo que hace es estimular, por lo que se tardará más en quedarse dormido y, además, el descanso será de peor calidad.
Estimulación del cerebro y mejora la concentración
Al igual que cuando se hace una actividad física y se ejercita el cuerpo, leer estimula el cerebro y ayuda a mantenerlo en forma. La lectura también es fuente creatividad e inspiración, por lo que hace que este órgano se mantenga activo. Así mismo, favorece también la memoria, pues se ha de prestar atención a los nombres, los lugares, los personajes… para comprender bien las historias.
En este sentido, leer implica prestar atención y concentrarse en el relato, alejando al lector de otras distracciones. No son pocos los estudios que han demostrado que el hábito de la lectura fortifica las conexiones neuronales e implementa la reserva cognitiva, por lo que hace que las personas que leen habitualmente tengan una mente más resistente a las lesiones y al deterioro.
Reduce el estrés
Este es uno de los grandes beneficios de la lectura en la sociedad actual, que vive víctima del estrés y las prisas, con ciudadanos enfermos que nunca tienen tiempo para nada, situación que les provoca una gran angustia constante.
El tiempo dedicado a la lectura, en cambio, hace volar la imaginación y aleja de todas las preocupaciones y obligaciones diarias. Los beneficios se notan con tan solo dedicarle 5 minutos diarios a esta actividad, como por ejemplo una reducción notable de la tensión muscular y del ritmo cardíaco.
Ayuda a combatir la depresión
Los libros esconden en su interior un importante poder terapéutico, sirven como crecimiento personal y hace que los lectores se identifiquen con un personaje o una situación concreta, ayudándoles a enfrentarse a los retos emocionales que experimentan en la vida real.
Más lectura, más empatía
La lectura permite vivir otras vidas, como se decía desde el comienzo de este artículo, y ponerse en la piel de los personajes, cómo se sienten, las circunstancias que padecen o las aventuras que experimentan. Esta capacidad para ponerse los zapatos de otro ayuda al lector a desarrollar la empatía y aplicarla en su vida.
En este sentido, un estudio estadounidense que se publicó en la revista Science indicaba que leer ficción mejora las habilidades sociales, ya que la literatura permite apreciar el mundo desde puntos de vista diferentes, afectando de forma positiva en las relaciones interpersonales.