Numerosas apps llegan a las tiendas de aplicaciones para mezclar lo lúdico con lo didáctico.
Los más pequeños están cada vez más habituados al uso de teléfonos móviles. Tan solo hay que acudir a un restaurante y ver las mesas de los alrededores para comprobar que, en muchas de las que hay familias al completo, los infantes tienen un smartphone delante mientras sus padres conversan o comen.
Una medida criticada y avalada por partes iguales que refleja el estado actual de nuestra sociedad, tan vinculada al uso de estos dispositivos inteligentes que, para muchos, están consiguiendo el efecto que tanto se achacaba a “la caja tonta” cuando se hablaba de la televisión en la década de los 90. La presencia de los smartphones y la normalización de su uso son algo inevitable en la actualidad, y hay que saber sacar partido de ello.
No son pocos los padres que se preocupan por el exceso de sus hijos pasando horas frente a la pantalla de estos dispositivos. El miedo a la adicción de los niños al teléfono móvil está muy presente, y es algo que se ha alimentado también por el mal uso de estos aparatos y la mala gestión a la hora de facilitar el acceso a ellos a los más pequeños del hogar. Usuarios precoces que no tardan mucho en dominar el uso del dispositivo, como también en aumentar sus ganas de usarlo.
Pero de todo puede sacarse partido, y no son pocos los expertos que han demostrado que también se puede aprovechar este uso de los smartphones para que los niños y las niñas de temprana edad puedan aprender o mejorar sus habilidades. El juego es una de las mejores formas de aprendizaje. Tal y como aseguran desde ZONAPADRES, el disfrute de las actividades lúdicas incentiva a los más pequeños y, a su vez, permite que asimilen mejor conocimientos o que, incluso, pulan su motricidad.
Existen numerosos juegos que ayudan a ampliar la información que los infantes aprenden en el colegio. Actividades divertidas que aprovechan el enorme potencial tecnológico para que nuestros pequeños tengan la oportunidad de dar un mejor uso a estos terminales mientras lo pasan bien.
Jugar en el móvil para aprender, ¿una relación posible?
Tal y como refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente 3 de cada 4 niños de 12 años tiene un teléfono móvil propio. Al margen de los riesgos que esto supone por el uso de redes sociales y otro tipo de plataformas disponibles en la red y en las apps que descargan, esto supone que un buen aprovechamiento de esta tecnología sería ideal para que semejante estadística de infantes pudiera adquirir más conocimientos sin casi darse cuenta.
En la actualidad, hay muchas aplicaciones que tienen esta situación en mente y saben explotarla. Propuestas como Lipa Planets o Star Walk Kids mezclan el ambiente lúdico con la astronomía para que los más pequeños se diviertan conociendo planetas, astros y el comportamiento del universo. Más allá de eso, aspectos tan importantes como los idiomas quedan bien cubiertos con juegos como Lingokids o Astrokids.
Son solo dos campos, pero buenos reflejos del potencial que hay en las apps infantiles centradas en el campo didáctico. Desde el uso de herramientas para dibujar o colorear animales, hasta estas aplicaciones que hacen incluso mirar a las estrellas, el abanico de propuestas de los catálogos digitales para niños es enormemente amplio, y demuestra que se puede sacar mucho partido de esas horas o minutos que los pequeños pasan interactuando con sus smartphones.
El uso responsable del smartphone
La responsabilidad, por supuesto, recae sobre los hombros de los padres. El uso y consumo de los productos de smartphones debe ser algo totalmente controlado, ya que las opciones para falsear información son realmente accesibles y permiten a los menores introducir datos falsos sobre su identidad para acceder a portales o plataformas a las que no deberían.
Afortunadamente, existen numerosas aplicaciones y softwares de control parental que realizan un riguroso seguimiento de la actividad de los infantes a la hora de conectarse, incluso firmas como Google o Apple han implementado sistemas de este tipo a la vista de las estadísticas de edad de los terminales que llevan sus sistemas operativos.
La situación actual del uso de teléfonos móviles en menores y, sobre todo en niños, es, a la vista de muchos progenitores, bastante problemática. No obstante, es un panorama del que se puede sacar partido para intentar que todo ese tiempo se centre en una actividad que influya positivamente a estos precoces usuarios.
Se divierten y aprenden sin riesgo alguno. Teniendo en cuenta además el enorme potencial que tiene la red para ofrecer más y más propuestas de cualquier tipo, los padres pueden respirar con una mayor tranquilidad. Van a tener cada vez más opciones para divertir a sus pequeños al mismo tiempo que estos aprenden.