La felicidad es una emoción que se produce normalmente cuando creemos haber logrado algo deseado, produciendo en quienes la experimentan una condición de satisfacción y alegría.
Es altamente sorprendente lo que hace feliz a un niño, y que lamentablemente no es algo que puedes darle como un regalo, es algo que curiosamente les puedes enseñar. En la crianza de nuestros hijos, enseñarles el valor de la felicidad y lo importante de que esta emoción esté presente en la mayoría de las situaciones o en la cotidianidad de sus vidas, nos permitirá hacerlos más capaces.
Estudios demuestran que los niños que han sido criados con consentimiento extremo, o que se les protege de sentirse incomodos emocionalmente tienen más tendencias a ser adolescentes aburridos e infelices.
Es importante hacer énfasis en la manera de educar a los niños y ayudarlos a desarrollar recursos internos que son sus habilidades y destrezas personales que puedan utilizar a lo largos de sus vidas. Para lograr esto no es necesario ser un experto ni mucho menos el más estudiado en conductas humanas y emocionales, basta con impulsar a tu hijo a usar la fibra interior y a ser sabio en los momentos que se requiere para enfrentar los altibajos de la vida.
Los niños son por lo general muy sinceros con sus expresiones y sentimientos, y seguramente saben demostrar cuando algo los hace feliz y cuando algo los hace sentirse tristes. Por ejemplo, cuando ve a su padre llegar, probablemente sus ojos se iluminan de alegría, y cuando pierden algún juguete lloran de tristeza.
Para lograr incluir la felicidad dentro de la crianza de tus hijos, debes en primer lugar aprender a identificar las emociones que ellos te muestran; como padre o madre, son muchas las señales que los hijos te dan, si el niño sonríe, juega muestra curiosidad es porque es un niño feliz. Si por el contrario tu niño es callado, retraído, no se involucra con otros niños y constantemente debes empujarlos a hacer ciertas actividades que comúnmente hacen los niños, puede indicarte que no está siendo un niño feliz. Sin embargo debes esforzarte para no confundir la tristeza con la timidez, ya que si tu hijo es un poco tímido o introvertido no quiere decir que sea desdichado.
Otra alternativa muy productiva en la crianza de tus hijos, es divertirte junto a ellos; si bien es cierto, que llevarlos de paseo o comprarles un helado, los hará muy feliz, no hay nada que haga más feliz a un niño que pueda tener a sus padres completamente. Es clave para criar a un niño feliz que te relaciones con él, que te intereses por sus juegos, que sientan que tú puedes divertirte con él; es decir, si logras conectarte con tu hijo, darás un paso gigantesco para garantizarle la felicidad.
Un acto importante que te ayudará a que sean más felices, es que le permitas perfeccionar sus talentos. Trabaja con tus hijos para que dominen sus habilidades.