El descanso es uno de los procesos necesarios y vitales para el buen desarrollo de nuestra vida diaria. Tener un buen dormir es indispensable para tener una salud adecuada y una calidad de vida promedio. Nuestros hijos no se escapan de problemas relacionados con el descanso y el mal dormir; en la actualidad son muchos los niños que atraviesan por problemas relacionados con el sueño.
El mal dormir de los pequeños tiene un efecto muy negativo sobre la conducta y calidad de vida que ellos tendrán como la de sus familias. Cuando un niño logra conciliar el sueño de forma correcta, provocará problemas de ansiedad y de irritabilidad y muy probablemente ocasione rechazo para irse a la cama, o lo hacen bajo situaciones muy estresantes para los padres, lo que deteriorará la calidad de vida de todos.
Muchas veces estos trastornos vienen dados por muchos factores, como por ejemplo alergias constantes; algún dolor muy persistente; aquellos niños que a ciertas edades aún no controlan sus esfínteres, por vergüenza a mojar la cama; ciertos medicamentos, sobre todos si fueron prescritos para tratar enfermedades crónicas; malos hábitos, si el niño no ha tenido nunca una rutina de dormir a ciertas horas o una cantidad de horas específicas, puede presentar más adelante algún trastorno del sueño; asimismo aquellos pequeños que tienen problemas de hiperactividad, ya que les cuesta mucho estar tranquilos, permanecer en un solo lugar, cosa que también les ocurre durante el tiempo que están intentando dormir.
Los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a tener un sueño aliviador, profundo y reparador, y que a su vez requieren para crecer sanos y mantenerse despiertos durante el día.
Si sospechas que tu hijo está teniendo problemas para conciliar su sueño, puedes intentar acudir a un psicólogo o un médico especializado en estos problemas.