La implicación de los padres en la escolaridad de los hijos es imprescindible

Para los educadores y organismos afines al mundo de la educación, la participación de los padres durante todo el proceso educativo de los hijos es fundamental para el éxito de estos en sus estudios. Para ello, los padres y tutores deberán compartir la responsabilidad de enseñar a sus hijos junto a sus profesores, trabajando en cooperación constante para lograr los mejores resultados académicos posibles. Por su parte, los docentes deben invitar a eventos y reuniones con frecuencia a los padres, lo cuales deberán comenzar a priorizar estas acciones

Existen numerosos estudios que certifican los muchos beneficios que se obtienen del acompañamiento continuado de los padres durante la etapa escolar de los hijos. Entre otros, cabe destacar que la comunicación entre maestros y padres produce una disminución notable del absentismo. Pero eso no es todo, aumenta el rendimiento académico, el comportamiento del alumno en el aula mejora… beneficios que se suceden en cualquier rango de edad.

Por otro lado, esta actitud va a hacer que el desempeño de los profesores también se perfeccione y que, por tanto, la calidad de la enseñanza general se eleve notablemente. Como beneficio final, conseguirá que los padres se sientan más útiles, unidos a sus hijos y felices con su educación. En ocasiones esta actividad puede motivar a aquellos que no terminaron sus estudios a reemprenderlos y finalizarlos.


Qué pueden hacer los padres para ayudar a los hijos en su formación académica

En demasiadas ocasiones los padres se encuentran un poco perdidos para colaborar con sus hijos de forma activa en su periodo formativo. Se suele cometer el error de presionar en exceso en momentos muy puntuales y no prestar demasiada atención durante la mayor parte de su educación escolar. La ayuda o colaboración debe ser constante, lógica y en ningún momento debe aplicarse un exceso de celo, malas formas o presión.

Estas son algunas medidas y acciones que pueden llevar a cabo los padres para optimizar el rendimiento de sus hijos en las escuelas.

Asistencia a las reuniones escolares

Con la asistencia a las reuniones que preparan los profesores y acudiendo a citas periódicas pedidas por los propios padres, se conocerá a los propios maestros y sus expectativas, así como las valoraciones que estos vayan ofreciendo de sus hijos. Con esta información, se podrá actuar en casa fomentando o potenciando las aptitudes de los niños o corrigiendo sus defectos.

Clases particulares

Al recibir las valoraciones de los expertos del comportamiento de los niños en clase, en muchos casos se sacará la conclusión de la necesidad de contratar profesores de apoyo escolar como los que se localizan tras la dirección web superprof.es, una plataforma web que ofrece 9081 profesores disponibles, o apuntarlo a la academia del barrio o de la ciudad. Con el apoyo de las clases particulares se estará adaptando la enseñanza a las particularidades del niño, el profesor sabrá detectar estas características y sabrá aplicarlas. De este modo, cualquier alumno que vaya atrasado en la escuela, en poco tiempo podrá volver a recuperar el nivel e incluso sacar ventaja. La labor de los padres es saber identificar esta necesidad y localizar al profesor o academia indicado.

Enviar al alumno con fuerzas y ganas de aprender

El primer paso para que el chico o chica lleve a cabo de manera productiva su tiempo en la escuela debe darse cada día en el propio hogar. El alumno debe haber descansado adecuadamente con una media de 10 y 12 horas, y tomado un desayuno nutritivo. De este modo, irán con más energía y su desempeño en la escuela será mayor.

Educación organizativa en casa

También es importante aprender a organizarse para que una vez en clase lo tengan todo preparado para prestar atención, sin que el olvido y el desorden les haga distraerse o perder el tiempo buscando sus objetos. Para la escuela primaria deberá tener un cuaderno de tareas y una carpeta para localizar rápidamente los proyectos.

El padre y la madre podrán, de este modo, revisar el cuaderno de tareas, se familiarizarán con sus trabajos, y comprobarán que lo llevan todo en su justo tiempo y medida. La idea final, en cualquier caso, es que sea el propio alumno el que consiga llevar una vida estudiantil organizada, aunque necesite, en un principio, de la supervisión de los mayores.

Los hábitos de estudio

A muy pocos niños les gusta estudiar, sobre todo en un mundo hiperdigitalizado como el actual. Tienen demasiadas cosas que les llaman la atención, les divierten y les interesan mucho más. Como norma general, quieren terminar rápidamente de estudiar para ponerse a jugar o, en estos momentos, ver videos en Youtube. Por este motivo, es vital que los pequeños aprendan desde el principio a tener técnicas y hábitos de estudio, que puedan mantener el resto de su vida.

Es un buen consejo enseñarles a dividir los trabajos y proyectos en partes manejables más pequeñas, así no será tan pesado prepararse para las evaluaciones. Los trucos nemotécnicos también son efectivos para recordar información, las diferentes técnicas de subrayado, gama de colores según importancia, resúmenes, conclusiones… Pero, para que no se sientan agobiados, es recomendable que se tomen un descanso cada 45 minutos. De este modo, además de no verse saturados, procesarán la información recibida y les será más fácil recordarla.

Otros consejos que debe tomarse en serio el padre para que su hijo mantenga una buena posición educativa son conocer bien las instalaciones de la escuela, conocer a todos los profesores y usar su página web. Deberá conocer y hacer entender a su hijo las políticas de disciplina, tomarse muy en serio la asistencia a clase, preguntar sobre el día escolar y, en definitiva, hacer y hacerle saber al hijo que está involucrado en su escolarización.

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