Cómo enseñar a un niño a ser honesto

enseñar a un niño a ser honesto

¿Qué es la honestidad?

La honestidad es la cualidad de un sujeto en relación a otro u otros para ser honesto. La honestidad también se podría definir como la capacidad de la persona para escoger lo justo, ser digna en las acciones y obrar con honradez.

Aunque sea un concepto difícil de explicar, este término viene arraigado en lo más profundo de nuestra conciencia pero, claro está, es necesario reforzarlo y hasta transmitirlo a los niños.

Una persona honesta actúa siempre con rectitud dejando a un lado sus propios intereses personales y actuando en virtud de la justicia u honradez.

Beneficios de ser honesto

Un niño honesto genera más honestidad y confianza por parte de otras personas. Se podría decir que la honradez es lo opuesto a la mentira. Por tanto, un niño honesto genera respeto por parte de los adultos y estimula a la imitación por parte de otros niños.

En otras palabras, un niño honesto permite que se obtenga de él un juicio certero y justo respecto de algo. Esto permite que el niño pueda tener mayores responsabilidades y aumentar la estima por parte de su entorno.

En definitiva, un niño honesto se adaptará de mejor modo frente a su entorno que otros niños que carezcan de honestidad.

Métodos y sugerencias para enseñar a un niño a ser honesto

Enseñar honestidad a un niño puede parecer una tarea difícil de cumplir, pero solo se trata de utilizar el método de enseñanza adecuado para él.

  1. Hacerle consciente de sus propias fortalezas y debilidades

Todo niño posee fortalezas y debilidades propias. Lo primero que debemos hacer es reconocer en los niños cada una de sus debilidades y fortalezas. De este modo se podrá trabajar sobre ellas y poder hallar cada aspecto negativo que se necesite trabajar en la personalidad de un niño.

 

  1. El respeto a los demás

Debemos hacer énfasis en que, la honestidad implica el respeto hacia los demás y hacia uno mismo.

  1. Decir siempre la verdad

inculcarle el valor y la fuerza interior para decir siempre la verdad por más difícil o dura que ésta sea, es un paso importante para que los niños sean honestos.

  1. Ayudar a los demás

La ayuda desinteresada es una de las características de la honestidad. Esto es ayudar a otras personas sin esperar algo a cambio. Quizás al principio sea difícil de conseguir dicha actitud, pero la gratitud que un niño puede alcanzar solo con “hacer lo justo” o “hacer lo correcto” son beneficios innumerables que no solo pueden medirse desde lo social, sino que quedan como medallas en el interior del corazón de los más pequeños convirtiendo a los niños en adultos de confianza y responsables.

  1. Usar los juegos

Utiliza juegos de detectives o de intriga donde sea necesario descubrir el asesinato o un robo misterioso. Existen en el mercado gran cantidad de juegos de mesa que incitan a que los niños encuentren la verdad. Esto estimula, desde el juego, el deseo de hacer lo correcto.

  1. Da el ejemplo

Todo niño que vea a sus propios padres hacer lo justo, tarde o temprano comenzará lentamente a imitarles. Recuerda que los niños ponen a prueba a sus padres las 24 horas del día, los 365 días del año, así que lo mejor que podemos hacer para enseñarles a los niños a ser honestos es convertirnos nosotros mismos en portadores de esa honestidad.

  1. Mide las consecuencias de las malas acciones

Un método muy efectivo es mostrar las consecuencias que la mentira, el chantaje o la deshonestidad pueden tener en la vida del niño y hasta de su propia familia. Solo bastará con buscar ejemplos de esto alrededor de la vida del niño o hasta en los medios de comunicación para ejemplificar esto a los niños.

© 2017 Cómo ayudar a los hijos a ser honestos. Escuela en la Nube

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