¿Qué es el respeto? Es la valoración que se tiene a otra persona con especial atención que viene a ser un valor moral que hace la diferencia entre los seres racionales. Seres que piensan y son conscientes de una realidad donde son importantes las cualidades y derechos de los demás.
¿Qué es el miedo? Es la sensación que percibe el ser humano ante cualquier estímulo exterior que sea negativo pudiendo producir que se formulen eventos fortuitos y que estos a su vez ocurran sin previo aviso y con una constante real.
Educar con respeto significa enseñar al individuo a desarrollar la empatía con el prójimo dando amor de forma recíproca y obteniendo una personalidad especialmente valorada además de tener todo el afecto sincero de que es capaz para realizar sus metas.
La educación tradicional
“Si cometes un error te castigo” o “Qué bien te portaste, toma un caramelo” son frases que normalmente se tenían en una educación tradicional. Dónde si algo malo se realizaba se obtenía un castigo y contrario a ello algo bueno, se lograba obtener un premio.
A la larga se obtenía otra cosa que no era el respeto, sino más bien, miedo. Hay que saber explicar a los niños y adolescentes como parte de la enseñanza positivista y conductual qué significa en realidad la posibilidad de hacer las cosas de buena manera y lo negativo también.
No es necesario “castigar” para obtener un comportamiento adecuado. Sólo basta con quitarles aquello que tanto les gusta y les entretiene además de explicarles con palabras en una comunicación sana que cada acción tiene sus consecuencias y que asumirlas es de personas responsables.
La obediencia basada en miedo
No es necesario tener niños obedientes como consecuencia del miedo. Basta con explicarles las consecuencias de tener miedo a todo y al hacer algo malo puede tener un resultado totalmente negativo con el cual hay que lidiar y salir airoso venciendo los obstáculos.
Hay que crear personas sanas basados en unos principios y valores éticos que sobresalgan del esquema para que los individuos se apropien de las expectativas.
Un niño educado con miedo está propenso a ser:
- Poco saludable mentalmente, retraído y sin poder expresar sus sentimientos más íntimos.
- Tienen miedo de exponer cualquier idea u opinión por miedo a ser rechazado o castigado.
- Se le enseña a esconder sus sentimientos, por lo que no expresa lo que siente realmente haciendo que sea huraño y con mal humor al ser adulto.
- No se atreve a salir en la búsqueda de sus propios ideales.
- Rechazan los cambios y se creen incapaces de lograr algo por sí mismos.
- Nunca logran el éxito ni son emprendedores.
- No se atreven a explorar más allá de su zona protegida.
- Son inseguros y nerviosos, llegando a tener problemas o enfermedades mentales.
Una educación en valores puede dar oportunidad al niño de convertirse en un ser social con valores propios y la firmeza de ser una persona capaz. Capaz de relacionarse con su ambiente ideando una zona de confort para él mismo y los individuos que se involucren en su realidad.
Se debe educar bajo una estricta pedagogía que rechace el miedo y el castigo como medios de obediencia. Para ello, se debe tener una forma distinta con comunicación fluida, ideales propios de la personalidad y felicidad, además de paz mental.
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