Discutir delante de los hijos: Los efectos de las discusiones de pareja en presencia de los hijos

Discutir delante de los hijos

Las discusiones entre padres son algo común en la vida familiar. Sin embargo, cuando nos acostumbramos a discutir delante de los hijos, pueden tener consecuencias negativas en su bienestar emocional y psicológico. A continuación, analizaremos los posibles efectos que estas situaciones pueden causar en los niños según su edad y qué podemos hacer para prevenirlos.


Consecuencias de las discusiones según la edad de los hijos

De 0 a 18 meses

Aunque no pueden expresarse verbalmente, los bebés son muy sensibles al ambiente emocional y pueden percibir el estrés y la tensión de una discusión. Esta situación puede generar ansiedad en el niño, afectando su seguridad y bienestar emocional.

De 18 meses a 3 años

Los niños pequeños pueden reaccionar con llanto, gritos y pataleos ante las discusiones de sus padres. A esta edad, ya son conscientes de que algo negativo está ocurriendo y buscan llamar la atención de sus progenitores para intentar detener el conflicto.

A partir de los 3 años

Cuando los niños empiezan a asistir a la guardería, pueden desarrollar miedo a dejar a sus padres debido a la preocupación por lo que pueda suceder en su ausencia. En estos casos, pueden asumir un rol de mediador o contenedor emocional en la familia, lo que puede generar una carga emocional difícil de manejar para un niño de su edad.


Consecuencias en función de la frecuencia de las discusiones

Las discusiones ocasionales y puntuales pueden tener un impacto menor en los niños. Sin embargo, cuando estas situaciones son recurrentes, pueden dar lugar a:

  • Inseguridad e inestabilidad emocional
  • Regresiones a etapas anteriores (enuresis, uso del chupón, etc.)
  • Cambios en el apetito y el peso
  • Irritabilidad e impaciencia
  • Trastornos de ansiedad
  • Estrés
  • Dificultades en el control de las emociones
  • Hiperactividad o euforia como mecanismos de atención
  • Mutismo selectivo
  • Desórdenes alimenticios

Recomendaciones para prevenir las consecuencias negativas de las discusiones

  1. Evitar discutir delante de los hijos: Siempre que sea posible, procuremos tener las discusiones lejos de los niños o en momentos en los que no estén presentes.
  2. Mantener la calma y el respeto: Si no podemos evitar una discusión en presencia de nuestros hijos, es fundamental mantener la calma y tratar a nuestra pareja con respeto, evitando insultos, gritos y comportamientos agresivos.
  3. Explicar y tranquilizar: Si nuestros hijos presencian una discusión, es importante explicarles de manera sencilla y apropiada para su edad que, aunque mamá y papá a veces discutan, se quieren y resolverán sus diferencias.
  4. Fomentar la comunicación y la resolución de conflictos: Es esencial enseñar a nuestros hijos, a través de nuestro ejemplo, cómo comunicarnos y resolver conflictos de manera saludable.
  5. Buscar ayuda profesional: Si las discusiones son constantes y no podemos manejarlas de manera adecuada, es recomendable buscar el apoyo de un profesional en terapia familiar o de pareja para mejorar nuestra comunicación y la relación con nuestros hijos.
  1. Asegurar un ambiente emocionalmente seguro: Es fundamental que los niños se sientan seguros y amados en su hogar, incluso cuando hay desacuerdos entre los padres. Asegurémonos de brindarles un entorno en el que puedan expresar sus emociones y sentirse comprendidos.
  2. Reforzar el vínculo afectivo: Es esencial mantener una relación estrecha y afectuosa con nuestros hijos, brindándoles amor, apoyo y comprensión para contrarrestar los posibles efectos negativos de las discusiones.
  3. Establecer límites y normas claras: Los niños necesitan límites y normas para sentirse seguros y saber qué esperar en su entorno familiar. Establezcamos pautas claras y coherentes, y mantengámonos unidos como padres en su aplicación.
  4. Fomentar el trabajo en equipo: Los padres deben actuar como un equipo en la crianza de sus hijos. Cuando haya desacuerdos, es importante abordarlos de manera constructiva y buscar soluciones juntos.
  5. Ser conscientes del impacto de nuestras acciones: A medida que criamos a nuestros hijos, es fundamental recordar que nuestras acciones y palabras tienen un gran impacto en su desarrollo emocional y psicológico. Ser conscientes de esto nos ayudará a ser más cuidadosos en cómo nos comportamos y nos comunicamos en su presencia.

En conclusión, aunque las discusiones de pareja son algo común en la vida familiar, es importante ser conscientes de los efectos que estas situaciones pueden tener en nuestros hijos. Adoptando medidas preventivas y fomentando un ambiente emocionalmente seguro, podemos minimizar las consecuencias negativas de las discusiones y ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades emocionales y de resolución de conflictos saludables.


© 2023 ▷ Escuela en la Nube ➡➤  [ Discutir delante de los hijos: Los efectos de las discusiones de pareja en presencia de los hijos ] Escuela de padres ✏️ Ángel Sánchez Fuentes | 👨‍🎓Docente y creador de blogs educativos @escuelaenlanube

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