Decir no a los niños pequeños es algo que demos hacer para enseñarles lo que significa, para que conozcan los límites y todo lo que la palabra puede encerrar.
Entre los 12 y los 24 meses de vida es el momento perfecto para empezar a explicarles el significado de esta palabra pues ya cuentan con la suficiente capacidad de comprender lo que significa, el problema radicara en que es una palabra que hasta ahora no escuchan muy seguido así que hay que aprender a decírselas y que ellos entiendan que estamos hablando en serio.
¿Por qué Decir no a los niños pequeños es tan importante?
Primero que todo es indispensable que entiendas que colocar limites es fundamental en la vida, así que hacer que obedezcan ante un “no” debe ser una prioridad de todo padre cuando su hijo cumple el primer año de vida.
Los limites son muy importantes para que tanto los padres como los hijos puedan sentirse tranquilos y seguros, en ambientes donde saben que es lo que puede hacerse y que es lo que no debe hacerse, las normas le ayudaran a los niños a ganar autonomía además sentirse seguros.
Todo eso puede conseguirse si les enseñamos a los pequeños el significado de la palabra no, pero para hacerlo de la forma correcta los encargados de la educación del niño, es decir, papa, mama, niñera, abuelos, tíos o quien fuese, deben contar con los mismos criterios educativos.
Aunque suene sencillo, tener el mismo criterio es algo difícil, sin embargo debemos lograr unificar esto para hacer las cosas de la forma correcta y que los niños puedan asimilar adecuadamente los límites, si no lo hacemos de esta forma, es probable que el niño se pueda sentir desorientado y además enojado.
También resulta muy importante mantenerse coherente y no contradecirse, para eso mantener rutinas resulta fundamental, de esa forma puede comenzar a asimilar normas, aunque no es un trabajo sencillo, rápidamente los resultados se ven y todo habrá valido la pena.
5 estrategias para Decir no a los niños pequeños y que aprendan su significado
- Cada vez que el niño desee jugar, tocar o incluso morder algún objeto que no esté destinado a eso, deberás decirle no pero de una forma tranquila, despacio y mirándolo a los ojos siempre.
- Utiliza frases simples, cortas y concisas, acompáñalas con gestos claros pero lentos para que puedan asimilarlos y relacionarlos correctamente, por ejemplo, si está mordiendo las llaves dile: “No muerdas las llaves” hazlo mirándolo a los ojos, despacio y al mismo tiempo retírale las llaves de una forma lenta.
- Cuando haga caso ante un no, hazle saber que está muy bien, felicítalo por haber comprendido y actuado consecuentemente.
- Si no hace caso entonces explícale por qué no debe hacerlo, siempre de una forma clara y corta.
- Se firme y no dudes al decir que no, eso sí, no pierdas la calma ni alces la voz para no alterar los ánimos.