Un método de enseñanza que se encuentra al alcance de cualquier docente es la elaboración de cartas educativas. Esta herramienta permite ayudar a los niños en diferentes aspectos relacionados con el aprendizaje.
Beneficios de la elaboración de las cartas educativas
Favorece la ortografía. Los niños que leen irremediablemente aprenden ortografía y el modo adecuado de escribir cada una de las palabras.
Mejora la estructura sintáctica y semántica de la escritura. Las cartas son un modo formal e informal para enseñar a los niños la estructura de una oración o de un párrafo, pudiendo elaborar ellos mismos el contenido y pensar en los diferentes destinatarios.
Enseña la estructura de una carta formal y de una informal. Los niños deben comprender que no se escribe del mismo modo a un amigo que a un docente. La diferenciación de las cartas educativas permite distinguir cuales son los elementos obligatorios de una carta formal (más allá del lenguaje apropiado), qué elementos puedes obviarse en una carta informal así como también pueden distinguir cuáles son meramente necesarios para que se considere una carta como tal.
Favorece los lazos de amistad y compañerismo entre los niños. Con la ayuda de las cartas ellos podrán sentirse que se comunican de otro modo (algo nuevo y distinto para ellos) con sus propios compañeros.
Permite reconocer a la escritura como medio de comunicación. ES importante que los niños comiencen a pensar que la escritura (más allá de la obligatoriedad de su aprendizaje) sirve como medio de expresión y de comunicación con otros. De hecho, las cartas educativas
Estrategias para enseñar a redactar una carta a los niños
Cartas cortas. Pídeles a los niños que confeccionen una carta educativa corta para compartir. Puedes proponerle que luego la compartan en grupo o bien que se la entreguen a quien ellos quieran.
El juego del amigo invisible. Un juego divertido entre los niños en la escuela es el juego del amigo invisible.
Antes de comenzar la docente coloca los nombres de cada niño dentro de una bolsa y le pide, a cada uno, que saque un papel con el nombre de quien será su amigo y a quien le escribirán cartas y harán regalos durante un tiempo determinado (que puede ser de 1 semana, 15 días o 1 mes).
Durante este tiempo, esa persona, dejará cartas anónimas a su amigo sin que éste descubra aún quién es. En cada una de las cartas puede darle pistas verdaderas o falsas de quién es. También es válido dejarle pequeños obsequios ocultos.
Como cada niño habrá sacado de la bolsa un nombre (que desde luego no puede ser él mismo), cada niño tendrá un amigo invisible a quien escribirle y a su vez, otro niño será quién les escriba. Por lo que todos los niños estarán jugando a este juego entretenido, divertido y educativo también.