Con distintos métodos didácticos y divertidos, es posible que los peques puedan aprender un segundo idioma, como el inglés, que en la actualidad resulta tan importante para desenvolverse en cualquier área.
La infancia es la etapa ideal para que nuestros hijos aprendan otro idioma, esto es debido a la plasticidad de su cerebro. Pero debemos conocer las mejores técnicas para que el aprendizaje sea un proceso efectivo y que ellos disfruten. En este artículo te mostraremos cómo lograrlo.
La metodología más efectiva
Hoy en día hay diversas opciones que son de utilidad en este caso, como páginas web para aprender sobre los números en inglés (UniProyecta), donde se reseña de una manera muy sencilla la mejor forma de enseñar a nuestros niños un un segundo idioma.
Ésta no es una tarea fácil, pero debemos tener mucha paciencia y entender a los pequeños, con la finalidad de que el método que seleccionemos sea convincente y con resultados efectivos.
Tal vez lo más complicado sea captar la atención del niño y hacerle ver lo divertido que resulta aprender a contar en inglés. Está comprobado que el método que reporta mejores resultados para aprender es mediante el juego.
Mientras ellos disfrutan y se divierten, aprenden los números en inglés con juegos didácticos, es muy importante que el profesor les haga entender que es mejor pensar en el segundo idioma. Así, en un abrir y cerrar de ojos, el aprendizaje será tan efectivo que ya comprenderá sin esfuerzo los números. Éste es el primer paso para que puedan hablar el idioma de manera fluida y natural.
Numerosos juegos
Por fortuna, en la actualidad contamos con múltiples recursos pedagógicos para la enseñanza de las cifras en inglés, juegos que se acompañan con canciones. Lo recomendable es que empecemos enseñándoles los números del 1 al 10, y poco a poco, aumentar la cantidad de números.
Los peques incorporan muy rápido la enseñanza que se les imparte, de esta manera, podremos obtener resultados muy satisfactorios a través de enriquecedoras jornadas de trabajo que se asimilen a un juego.
Es importante que el maestro, en el momento de impartir la clase, separe los números en cifras, porque de este modo será mucho más llevadero que los pequeños entiendan, y que a medida que crecen, aprendan con el orden lógico a contar en inglés.
A través de internet, hay varios sitios web que presentan diversidad de propuestas y métodos de enseñanza que hacen más fácil que el niño pueda comprender, con distintas técnicas, cómo se puede aprender a contar en inglés. En cuanto menos lo esperemos, nuestro hijo incluirá este segundo idioma como parte de su vida cotidiana.
Un recurso esencial: los vídeos
Esta alternativa aporta los mejores resultados, y está demostrado que cuanto más pequeños son los niños, más fácil pueden aprender las cifras en inglés.
Es vital lograr captar la atención del pequeño, y al cumplir este objetivo, aprenderán más rápido, al tiempo que se divertirán con las propuestas audiovisuales que se recomienda apreciar en grupos en el aula. Al iniciar el aprendizaje en otro idioma, lo básico es enseñar las vocales, luego el alfabeto, y de manera correlativa, los números. Todo tiene que darse paso a paso, para que la comprensión sea exacta y no se presenten dudas.
Los niños más pequeños aprenden más rápido si la interacción con el docente es activa y dinámica, y en este orden, la herramienta pedagógica ideal son los vídeos, porque a ellos les encanta ver dibujos animados. En Internet se pueden conseguir vídeos que integran la enseñanza con canciones en medio de un espacio televisivo. Ésta es una de las maneras más eficientes de obtener resultados inmediatos en este proceso.
Escuchar, entender y pronunciar
Estos vídeos son de gran utilidad para que nuestro hijo mejore su pronunciación. El uso de este recurso es una de las opciones más utilizadas al enseñar a los más pequeños un nuevo idioma. Es importante aprovechar todos los recursos disponibles, y hacer uso de aquellos que mejor se adapten al niño.
Sin duda, éste es un proceso emocionante que requiere esfuerzo, paciencia y dedicación, pero los resultados valdrán la pena. Está comprobado que aprender una lengua es beneficioso para el desarrollo cognitivo de cualquiera, aparte de que aumentarán las posibilidades laborales. En definitiva, la mejor etapa para aprender es la infancia, y hay que aprovecharla.