El inglés es, indiscutiblemente, el idioma más importante para el desarrollo en la vida de una persona. Lo extendido que está en todo el mundo nos permite, además, viajar y conocer otros países y culturas. Los primeros años de nuestra vida son los más efectivos para que nuestro cerebro integre la información de manera permanente. Es por ello muy importante que nuestros hijos empiecen a estudiar inglés desde muy jóvenes. No obstante, no hay que olvidar que son niños, así que el aprendizaje ha de ser instructivo, educativo y divertido.
Cuando aprender inglés es divertido.
Teniendo en cuenta la importancia del inglés para los más pequeños, es conveniente apuntarles a una escuela de inglés a edades tempranas como, por ejemplo, English for Fun, donde la diversión es una parte muy importante en su método educativo. En esta escuela se les enseña a desarrollar sus capacidades a distintos niveles, como la empatía, el pensamiento crítico, la confianza o la autoestima. Disponen de profesores con amplia formación pedagógica y nativos de países como Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña u otras nacionalidades. Aplican además metodologías distanciadas de la educación tradicional, fomentando la participación de los niños en su propio aprendizaje. Con este método, se consigue que desarrollen su creatividad y adquieran mayor interés en el inglés, y si un niño tiene interés en algo, es más probable que lo aprenda.
El objetivo final es que los niños hablen el inglés de manera fluida y flexible. Muchos padres que ya han probado este tipo de escuela de inglés para niños concuerdan en que, en clases como estas, aprenden de forma eficiente el idioma al mismo tiempo que se divierten. De igual modo, potencian sus habilidades intelectuales y emocionales, se sienten, en definitiva, importantes. Esto se debe a que participan de forma activa en el aula.
Bilingüismo en inglés.
El resultado de las escuelas de inglés para niños es que los más pequeños acaben siendo bilingües y que tengan el inglés como segunda lengua. Esto les dará en el futuro mayor libertad para moverse por el mundo, especialmente si los dos idiomas que hablan son el español y el inglés, que te permiten ir prácticamente a cualquier país. Algunas claves para que los niños acaben considerando el inglés como una segunda lengua propia es que, desde jóvenes, empiecen a jugar con ella. Deben desarrollarse con su segundo idioma a través de todos sus sentidos. De igual forma, es muy importante que en el hogar se confiera también importancia al inglés. Los padres han de procurar hablarlo, aunque en modo alguno puede sustituir nunca a las clases impartidas por profesionales.
Actividades complementarias.
Otro de los grandes beneficios de las escuelas como English for Fun es que cuentan con actividades complementarias que permiten seguir desarrollando las capacidades de los niños y el inglés fuera de clase. Por una parte, cuentan con talleres extraescolares que se adaptan a la edad o el nivel de cada niño, de manera que puedan progresar con otros pequeños que se encuentren en la misma situación. Por otra parte, llevan a cabo campamentos de verano en los que los niños pueden seguir aprendiendo el idioma durante las vacaciones. En ellos cantarán, jugarán, bailarán, cocinarán y llevarán a cabo muchas más actividades mediante multitud de recursos diferentes y todo ello en inglés.
En definitiva, cuanto más jóvenes empiecen a aprender los niños el inglés mejor será para ellos con metodologías que favorezcan su aprendizaje y potencien su desarrollo personal. De este modo conseguiremos que nuestros hijos aprendan, se diviertan y se apasionen realmente por el inglés.