Actividades y Dinámicas para niños ordenados: El orden es una virtud que se puede y se debe enseñar desde la infancia. No solo se trata de que los niños aprendan a recoger sus juguetes o su ropa, sino también de que desarrollen una capacidad de organizar sus ideas, su tiempo y sus objetivos.
Sin embargo, educar en el orden no es una tarea fácil. Muchos padres y educadores se encuentran con dificultades para conseguir que los niños sean ordenados, ya sea por falta de motivación, de constancia o de ejemplo. Además, el desorden puede ser fuente de conflictos familiares, estrés y frustración.
En este contexto, es importante que los niños adquieran desde pequeños el hábito del orden, tanto en el ámbito escolar como en el familiar. Como dice la psicóloga y pedagoga infantil María Montessori: «El orden es una de las necesidades más importantes del niño; es la base sobre la que construye su orientación intelectual«.
En este artículo te vamos a mostrar cómo fomentar el hábito del orden en los niños con actividades y dinámicas para niños ordenados divertidas y eficaces. Verás que el orden puede ser un juego más y que con un poco de paciencia, cariño y refuerzo positivo podrás conseguir que tus hijos sean más ordenados. ¿Te animas a leerlo?
¿Por qué es importante el orden para los niños?
El orden es una virtud que se puede y se debe enseñar desde la infancia. No solo se trata de que los niños aprendan a recoger sus juguetes o su ropa, sino también de que desarrollen una capacidad de organizar sus ideas, su tiempo y sus objetivos. El orden les ayuda a ser más responsables, autónomos, creativos y felices.
¿Qué beneficios tiene el orden para su desarrollo?
Según la psicóloga y pedagoga infantil María Montessori, el orden es una de las necesidades más importantes del niño, pues es la base sobre la que construye su orientación intelectual. El orden favorece el desarrollo de los niños en varios aspectos:
- Cognitivo: el orden les ayuda a clasificar, categorizar, relacionar y memorizar la información que reciben del entorno. También les facilita la concentración, la atención y la resolución de problemas.
- Emocional: el orden les aporta seguridad, confianza, tranquilidad y autoestima. Les permite anticipar lo que va a pasar y sentirse más cómodos y relajados. Además, les evita el estrés y la frustración que genera el desorden.
- Social: el orden les enseña a respetar las normas, los espacios y los objetos de los demás. También les prepara para cooperar, compartir y ayudar en las tareas del hogar o del colegio. Así, mejoran sus habilidades sociales y su convivencia con otros niños y adultos.
- Creativo: el orden no está reñido con la creatividad, sino todo lo contrario. El orden libera espacio físico y mental para que los niños puedan expresarse, imaginar y crear con más facilidad. Además, el orden les permite encontrar y utilizar los materiales que necesitan para sus proyectos.
¿Cómo podemos ayudarles a ser más ordenados?
Los niños no nacen siendo ordenados, sino que es un aprendizaje que deben ir adquiriendo con el tiempo. El momento de aprender a ser ordenado, el periodo sensitivo en el que están más preparados y dispuestos a aprenderlo es entre los 2 y los 6 años. Por esta razón, podemos desde la escuela infantil o centro educativo trabajar para reforzar este hábito, que es a su vez la base de muchos otros aprendizajes. Algunas pautas para ayudarles a ser más ordenados son:
- Dar ejemplo: los niños aprenden por imitación, por lo que es fundamental que vean que nosotros somos ordenados en nuestra casa, en nuestro trabajo y en nuestra vida. Debemos ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos.
- Motivar en positivo: debemos ilusionar y motivar a nuestros hijos para que quieran ser ordenados, haciéndoles participar en las actividades y dinámicas de orden que veremos más adelante. También debemos elogiar y reconocer sus logros, sin caer en el premio material o la recompensa externa.
- Establecer rutinas: debemos crear hábitos de orden diarios, como recoger los juguetes después de jugar, guardar la ropa en su sitio o preparar la mochila del colegio. Estas rutinas deben ser sencillas, claras y adaptadas a su edad.
- Organizar el espacio: debemos facilitar que los niños puedan acceder al material que necesitan y guardarlo después. Para ello, podemos usar cajas, cajones o estanterías etiquetadas con colores o dibujos. También podemos diferenciar zonas en el dormitorio o en el aula para distintas actividades: leer, jugar, descansar…
- Ser flexibles: debemos entender que el orden no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la calidad de vida de los niños. Por eso, no debemos obsesionarnos con el orden ni exigirles más de lo que pueden dar. Debemos tener paciencia y comprensión ante sus errores o despistes.
Actividades y Dinámicas para niños ordenados
Ya hemos visto por qué es importante el orden para los niños y cómo podemos ayudarles a ser más ordenados. Ahora vamos a ver algunas actividades y dinámicas divertidas y eficaces que podemos hacer con ellos para fomentar el hábito del orden. Estas actividades y dinámicas para niños ordenados se pueden realizar tanto en casa como en el colegio, y se adaptan a diferentes edades y gustos. Lo importante es que los niños disfruten ordenando y que vean el orden como un juego más.
La actividad de la caja de la sorpresa
Esta actividad consiste en tener una caja grande donde guardamos diferentes objetos que no usamos habitualmente, como ropa vieja, accesorios, juguetes rotos, etc. La idea es que cada cierto tiempo, por ejemplo una vez al mes, abramos la caja con los niños y les dejemos elegir un objeto cada uno. Luego les pedimos que nos cuenten qué es, para qué sirve y qué podemos hacer con él. Así estimulamos su imaginación y su creatividad. Después les proponemos que ordenen los objetos de la caja según algún criterio, como el color, el tamaño, la forma o la utilidad. Por último, les pedimos que devuelvan los objetos a la caja y que la cierren hasta la próxima vez.
La actividad del inventario
Esta actividad consiste en hacer un inventario de todos los juguetes o materiales que tenemos en casa o en el aula. Para ello, necesitamos papel, lápiz y una cámara de fotos o un móvil. Lo primero que hacemos es sacar todos los juguetes o materiales y ponerlos sobre una mesa o en el suelo. Luego les pedimos a los niños que los agrupen por categorías, como animales, coches, muñecas, etc. Después les damos papel y lápiz y les decimos que escriban el nombre de cada categoría y el número de objetos que hay en ella. Si no saben escribir, pueden dibujarlos o pedirnos ayuda. A continuación, les dejamos que hagan fotos de cada grupo de objetos con la cámara o el móvil. Por último, les pedimos que guarden los objetos en sus sitios correspondientes y que peguen las fotos y las listas en un lugar visible, como la pared o la puerta.
Canciones para ordenar
Esta actividad consiste en cantar canciones mientras ordenamos los juguetes o las cosas. Podemos usar canciones infantiles conocidas o inventarnos nuestras propias canciones con rimas y gestos. Lo importante es que las canciones sean divertidas y pegadizas, y que incluyan palabras relacionadas con el orden, como recoger, guardar, clasificar, etc. Por ejemplo:
🎵 Vamos a recoger 🎵 🎵 Los juguetes del suelo 🎵 🎵 Cada uno en su sitio 🎵 🎵 Y así quedará muy bello 🎵
🎵 Ordenar es muy fácil 🎵 🎵 Solo hay que prestar atención 🎵 🎵 Rojo con rojo 🎵 🎵 Y azul con azul 🎵 🎵 Así se hace la clasificación 🎵
Pescar en arena
Esta actividad consiste en tener una caja grande llena de arena donde escondemos diferentes objetos pequeños, como canicas, monedas, botones, etc. La idea es que los niños usen una cuchara o una pala para buscar los objetos en la arena y los saquen con cuidado. Luego les pedimos que los ordenen según algún criterio, como el color, el tamaño, la forma o el material. Después les dejamos que jueguen con los objetos como quieran. Por último, les pedimos que vuelvan a meter los objetos en la arena y que alisen la superficie.
Cajones de colores
Esta actividad consiste en tener varios cajones o contenedores de diferentes colores donde guardamos diferentes tipos de juguetes o materiales. Por ejemplo, podemos tener un cajón rojo para los animales, un cajón azul para los coches, un cajón verde para las muñecas, etc. La idea es que los niños sepan dónde va cada cosa y que las guarden en el cajón correspondiente. Para hacerlo más divertido, podemos poner etiquetas con dibujos o palabras en los cajones, o hacer un juego de memoria donde les mostramos un objeto y les preguntamos de qué color es el cajón donde va.
Consejos para crear hábitos y rutinas de orden en los niños
Ya hemos visto algunas actividades y dinámicas para niños ordenados, pero también es importante que creemos hábitos y rutinas de orden en su día a día. Los hábitos son acciones que se repiten con frecuencia y que se convierten en automáticas. Las rutinas son secuencias de hábitos que se realizan en un orden determinado. Los hábitos y las rutinas ayudan a los niños a controlar el tiempo, a organizarse mejor, a ser más autónomos y a sentirse más seguros. Para crear hábitos y rutinas de orden en los niños, podemos seguir estos consejos:
- Establecer objetivos realistas y asequibles : Debemos tener en cuenta su edad, su personalidad y su nivel de desarrollo. Por eso, debemos establecer objetivos que sean realistas y asequibles para el niño, y que se adapten a sus necesidades e intereses. Por ejemplo, podemos empezar por pedirle que ordene un tipo de juguete o una zona de su habitación, y luego ir aumentando la dificultad. También podemos dividir los objetivos en pasos más pequeños y fáciles de seguir. Por ejemplo, para ordenar su ropa, podemos enseñarle a doblarla, a clasificarla por colores o tipos, y a guardarla en su sitio.
- Ser pacientes y constantes: Debemos ser pacientes y constantes, y no desanimarnos si no vemos resultados inmediatos o si hay retrocesos. El orden es un proceso de aprendizaje que implica ensayo y error, y que los niños necesitan repetir las acciones muchas veces hasta interiorizarlas. Por eso, debemos recordarles las rutinas con frecuencia, supervisarles y ayudarles cuando lo necesiten, y mantener una actitud positiva y motivadora.
- Dar ejemplo y reconocer sus logros: Los niños aprenden por imitación, por lo que es fundamental que vean que nosotros somos ordenados en nuestra casa, en nuestro trabajo y en nuestra vida. Debemos ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, y mostrarles los beneficios del orden para nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra productividad. Además, debemos elogiar y reconocer sus logros, sin caer en el premio material o la recompensa externa. Debemos valorar su esfuerzo, su progreso y su actitud, y celebrar sus logros con abrazos, palabras o gestos de cariño.
- Establecer límites y consecuencias para el desorden: Aunque debemos motivar en positivo a los niños para que sean ordenados, también debemos establecer límites y consecuencias para el desorden. Por ejemplo, recoger los juguetes después de jugar, no dejar la ropa tirada por el suelo o no mezclar los objetos de diferentes sitios. Las consecuencias son las acciones que se derivan del cumplimiento o incumplimiento de los límites. Por ejemplo, si recogen los juguetes pueden elegir el cuento de la noche, si no lo hacen no habrá cuento. Las consecuencias deben ser lógicas, proporcionales y coherentes con los límites.
- Involucrarles en las tareas del hogar relacionadas con el orden: Una forma de crear hábitos y rutinas de orden en los niños es involucrarles en las tareas del hogar relacionadas con el orden. Podemos asignarles responsabilidades acordes a su edad y capacidades, como poner o quitar la mesa, doblar la ropa limpia, guardar los zapatos o ayudar a hacer la compra. Así les hacemos partícipes de la vida familiar, les enseñamos valores como la cooperación, el respeto o la solidaridad, y les mostramos que el orden es algo útil y necesario para todos.
© 2023 ▷ Escuela en la Nube ➡➤ [ Actividades y Dinámicas para niños ordenados ] Escuela de padres ✏️ Ángel Sánchez Fuentes | 👨🎓Docente y creador de blogs educativos @escuelaenlanube
es muy interesante porque nos habla sobre como debemos educar a nuestros hijos para que sean mas ordenados en su vida sin necesidad de que otros se lo pidan