Qué es la disfemia
La disfemia, también conocida como tartamudez, es muy frecuente en determinadas etapas de la infancia. Tratar la disfemia en la infancia es muy importante para evitar que se convierta en un problema crónico y que se extienda a etapas posteriores.
Cuando el niño empieza a hablar, a veces su mente va más veloz que su lenguaje y esto hace que se produzca la disfemia que afecta a la fluidez del habla. A veces, la disfemia se puede extender a etapas posteriores, y aparece como síntoma asociado a la inseguridad, nervios, etc.
Tipos de Disfemia
Existen diferentes tipos de disfemia en niños, dependiendo de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas. Algunos de los tipos más comunes de disfemia en niños incluyen:
- Disfemia expresiva: La disfemia expresiva se refiere a dificultades en la producción de sonidos, palabras o frases. Los niños con disfemia expresiva pueden tener dificultad para producir sonidos correctamente o para usar palabras y frases adecuadamente.
- Disfemia mixta: La disfemia mixta es una combinación de disfemia expresiva y disfemia receptiva. Los niños con disfemia mixta tienen dificultades tanto para producir sonidos, palabras y frases como para comprender el lenguaje que escuchan.
- Disfemia receptiva: La disfemia receptiva se refiere a dificultades en la comprensión del lenguaje. Los niños con disfemia receptiva pueden tener dificultad para comprender palabras y frases y pueden tener dificultad para seguir instrucciones o para participar en conversaciones.
- Disfemia fónica: La disfemia fónica se refiere a dificultades en la producción de sonidos específicos. Los niños con disfemia fónica pueden tener dificultad para producir sonidos como «s», «sh», «ch» o «th».
- Disfemia orofacial: La disfemia orofacial se refiere a dificultades en el uso de los músculos de la boca, la lengua y los labios para producir sonidos. Los niños con disfemia orofacial pueden tener dificultad para masticar o tragar, y pueden tener dificultad para producir sonidos como «m» o «b».
Es importante tener en cuenta que la disfemia puede variar en gravedad y que algunos niños pueden tener síntomas leves mientras que otros pueden tener síntomas más graves. Si sospecha que su hijo tiene disfemia, es importante hablar con un profesional de la salud, como un pediatra o un terapeuta del habla y el lenguaje, para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Causas de la disfemia
Ya hemos dicho que la disfemia es un trastorno del lenguaje que se caracteriza por dificultades en la producción de sonidos, palabras o frases. En los niños, las causas más comunes de disfemia incluyen:
- Trastornos del desarrollo del lenguaje: Los trastornos del desarrollo del lenguaje son problemas que afectan la forma en que un niño aprende a hablar y comprender el lenguaje. Los trastornos del desarrollo del lenguaje pueden ser genéticos o pueden ser causados por problemas en el entorno del niño, como el retraso en el desarrollo o la exposición a un lenguaje poco familiar.
- Dificultades auditivas: Los niños que tienen problemas para escuchar o para procesar correctamente los sonidos que escuchan pueden tener dificultades para producir sonidos correctamente y para hablar de manera clara.
- Trastornos del aprendizaje: Algunos niños pueden tener dificultades para aprender a hablar debido a trastornos del aprendizaje, como el trastorno del déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o el trastorno del espectro autista (TEA).
- Traumas o lesiones cerebrales: Las lesiones cerebrales o traumas en el cerebro pueden afectar el habla y el lenguaje de un niño.
- Otros trastornos como el síndrome de Down o el síndrome de Rett, pueden afectar el habla y el lenguaje de un niño.
Es importante mencionar que la disfemia puede ser causada por una combinación de factores y que cada niño es único en cuanto a sus necesidades y tratamiento. Si sospecha que su hijo puede tener disfemia, es importante que hable con un profesional de la salud, como un pediatra o un terapeuta del habla y el lenguaje, para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Características de niños con disfemia
Los niños con disfemia pueden tener una variedad de síntomas y características, dependiendo del tipo y gravedad de la disfemia. Algunas de las características más comunes de los niños con disfemia incluyen:
- Dificultad para producir sonidos, palabras o frases de manera clara y correcta.
- Dificultad para comprender palabras y frases o para seguir instrucciones.
- Dificultad para participar en conversaciones o para hacer preguntas.
- Usar un vocabulario limitado o tener dificultad para encontrar las palabras adecuadas.
- Problemas para masticar o tragar alimentos.
- Problemas para imitar sonidos o palabras.
- Usar gestos o señas en lugar de hablar.
- Evitar el habla o mostrar frustración al tratar de hablar.
- Tener problemas para pronunciar ciertos sonidos o para hacer transiciones entre sonidos.

Actividades para trabajar la disfemia en el aula
Trabajar la disfemia en el aula, es muy importante ya que es un contexto que puede ayudar a los niños a perder la ansiedad y el miedo, sin embargo puede convertirse en un auténtico reto para muchos educadores. Veamos algunas actividades para trabajar la disfemia en el aula:
- Actividades de respiración. Las actividades de respiración nos sirven para fortalecer los órganos fonadores, de este modo ayudaremos al niño a acompasar la respiración con el habla y no atascarse. Algunas actividades que podemos hacer son: hinchar globos, soplar velas, soplar con pajitas y empujar alguna bolita o llenar una bolsa de aire, hacer respiración profunda llegando el aire al diafragma o la tripa.
- Actividades de habla y de lectura. Este tipo de actividades consisten en el trabajo específico del habla para promover las habilidades del niño. Algunos ejemplos de actividades que podemos hacer con los niños son:
- Hablar siguiendo un ritmo. El adulto ejecuta un ritmo, puede ser con sonidos ta-ta-ta, con golpecitos, palmadas, o también utilizar música, que y mientras el niño tiene que acompasar su habla al ritmo emitido por el adulto. El ritmo tiene que variar de lento a rápido para que el niño aprenda a acompasar su ritmo de habla.
- Cantar canciones. Las canciones son una buena opción para trabajar la disfemia en el aula, al cantar tenemos que gestionar la respiración y acompasar el ritmo.
- Juegos de turno de palabras. El objetivo de este juego consiste en respetar el turno de palabra y utilizar su turno para hablar, podemos emplear diferentes opciones, por ejemplo leyendo cada niño lee una palabra o una frase, también el docente dice una frase incompleta y lanza una pelota a un niño, el que recibe la pelota ha de completar la frase, etc.
- Grabarnos hablando deprisa y hablando despacio. De esta manera el niño se hace consciente de la diferencia del ritmo de habla.
- La lectura de trabalenguas o la repetición de los mismos cuando los lee el adulto son ejercicios muy útiles para trabajar la disfemia en el aula.
- Actividades para controlar la ansiedad. Este tipo de actividades están destinadas a trabajar el miedo a tartamudear o los nervios del niño. En muchas ocasiones estas son las causas de la disfemia. Algunos consejos para ello son: actividades de relajación guiada, no interrumpir al niño cuando hable y tampoco terminar sus frases cuando aparezca la disfemia, evita etiquetar y reñir al niño, esperar a que termine de hablar, etc.