Actividades para clase
El juego de los roles
Este juego sirve para que los niños aprendan a pedir perdón y reconozcan los verdaderos motivos del perdón. También fomenta la empatía, educan haciendo énfasis en el respeto hacia los demás y favorece las relaciones interpersonales entre los niños.
Materiales:
- 1 reloj de arena
- No es necesario ningún otro material previo. Pero si se quiere, se pueden emplear algunas vestimentas o disfraces con ropas.
Niños: se necesitan al menos 2 niños/as de más de 5 años.
Reglas del juego: ninguno de los dos niños puede tocar al otro. Es decir, debemos evitar las riñas o los golpes de manos (que pueden llegar a producirse en estos casos).
Dinámica de estas actividades para clase
Para poder llevar a cabo este juego será necesario que los docentes reconozcan o sepan de algún episodio de discusión, disgusto o de pelea entre los niños.
Una vez que tengamos la historia de lo sucedido, vamos a darle a cada niño un personaje. Debemos estar atentos para otorgarle el personaje opuesto al que le ha tocado al niño en la discusión real. Por ejemplo si hubo una discusión porque uno de los niños no quiso prestar un útil o juguete a otro, debemos hacer que ese mismo niño tome el rol contrario: el del niño que pide el útil o juguete y no el que se niega a prestarlo.
Mientras los niños van representando la situación, comenzarán a “meterse dentro del personaje”. Esto puede provocar cierta revolución de las emociones de ambos niños. Es importante recordarles a los niños que deben escuchar la palabra de la maestra en todo momento ya que el juego terminará cuando ella /él lo disponga. De este modo, la/el docente siempre mantendrá la situación controlada evitando volver a sufrir una nueva discusión.
El juego se lleva a cabo mientras ambos niños interpretan sus roles invertidos. Ellos deben expresar sus propios sentimientos. Por ejemplo: siguiendo el ejemplo anterior uno de los niños puede sentir que el otro niño “no cuida sus propios útiles ni los ajenos y ésta es la verdadera razón de porqué él no desea prestar sus útiles”.
Es importante dejar que los niños expresen lo que ellos sienten.
Pronto descubrirán que los argumentos del oponente son tan válidos como los propios. Y comenzarán a reconocer el propio error.
Si acaso vemos que la situación se complica, se pueden emplear títeres o marionetas que representen a cada uno de los niños del conflicto.
También es recomendable que la situación no se personifique inmediatamente después del conflicto sino que es conveniente que transcurra algo de tiempo o (1 o 2 semanas) para que el sentimiento de bronca se apacigüe.
El juego de los espejos
Este juego es una variante del juego anterior. Debemos utilizar un espejo grande y colocarlo en el frente del aula.
Luego se invita a los niños del conflicto a pasar al frente y se les pide que cuenten su propia versión de los hechos pero que, cuando ellos tengan el espejo frente de ellos, deben responder como si hubieran estado en el lugar de su compañero en la discusión.
Esto llevará a que cada uno conozca su propio error y responsabilidad en el conflicto.
Al finalizar se debe invitara los niños a pedir perdón.
Con el tiempo, los niños empezarán a sentir la empatía en las discusiones para poder pedir perdón con verdadero sentimiento y no solo por el compromiso de hacerlo.
Actividades para clase: Aprendo a pedir perdón, educar para el respeto María Eugenia Daney para el Portal Escuela en la Nube